El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, instó este miércoles al jefe del gobierno regional de Cataluña a "condenar sin paliativos" la violencia en esta región sacudida por protestas contra la condena a líderes independentistas.

En una declaración en el palacio de gobierno, Sánchez hizo un "llamamiento expreso" al presidente catalán, Quim Torra, para "condenar sin excusas y sin paliativos, con máxima claridad y determinación, el uso de la violencia en Cataluña", cuando en Barcelona se producían enfrentamientos entre manifestantes y policías por tercera noche consecutiva.

En la tercera jornada de manifestaciones en esta rica región nororiental de 7,5 millones de habitantes, miles de personas comenzaron a marchar desde cinco ciudades catalanas para converger en Barcelona el viernes, cuando tendrá lugar una huelga general y una concentración multitudinaria.

Tras condenar la violencia "generalizada" y aparentemente coordinada en Barcelona y otras ciudades catalanas, el gobierno del socialista Pedro Sánchez convocó a los líderes de los principales partidos para consultar la respuesta a dar.

Sánchez, quien en días pasados evocó la posibilidad de intervenir la autonomía regional como ya hizo la derecha en 2017 tras la fallida secesión, "no descarta ningún escenario" y actuará con "firmeza" y "proporcionalidad", según fuentes del gobierno.

A la salida de su encuentro en el palacio de gobierno en Madrid, el líder del conservador Partido Popular, Pablo Casado exigió una serie de medidas excepcionales, entre ellas aplicar la Ley de Seguridad Nacional, que pondría en manos del Estado las competencias en materia de seguridad de Cataluña.

A poco más de tres semanas de las elecciones legislativas del 10 de noviembre, las cuartas en igual número de años, Cataluña volvió al centro del debate político en España.

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