Para el año 2030, la Unión Europea necesitará 18 veces más litio que actualmente. En el marco de la transición verde y el combate al cambio climático, la apuesta es por la electromovilidad, cuya base es el litio. También el cobre.

En un momento en que Bruselas está acabando de bordar sus estrategias para asegurar el acceso a estas materias primas críticas y apuntalar su independencia de socios no confiables, la comisaria europea de competencia y encargada de la tecnología y la innovación, Margarethe Vestager, visitó esta semana el salar de Atacama, en la nórdica región chilena de Antofagasta.

Voluntad y necesidad de cambio

"La Unión Europea está llevando a cabo una transformación, que requiere grandes cantidades de materias primas. Chile, que dispone de las mayores reservas de litio, es un país estratégico", explica a DW Anna Cavazzini, presidenta del comité de Mercado Interior y Protección al Consumidor en la Eurocámara.

El momento es importante: "Esta semana, la Comisión Europea presenta su ley para las materias primas críticas", añade la eurodiputada alemana, del bloque de Los Verdes. 

"Una de las cosas que hemos aprendido, a las malas, en estos años, son los riesgos de las dependencias totales. Eso lo queremos cambiar”, declaró a la prensa en Chile la comisaria Vestager. Hay que decir que, actualmente, las importaciones europeas de litio provienen en un 98 por ciento de China.

Australia, China y Chile son los tres países responsables del 90 por ciento de la producción mundial del preciado material. Los ojos de la UE están puestos en Chile, con quien acaba de concluir la modernización de un acuerdo que permitiría inversiones, intercambio de tecnología, y apoyo en la transición verde.

"Sólo con la producción del salar de Atacama,  Chile ha llegado a ser el segundo mayor productor de litio de muy buena calidad. Hay dos empresas presentes desde 1975 ahí”, cuenta a DW Julietta Zamora, geóloga y docente de la Universidad del Desarrollo de Chile. 

"Aunque estas empresas, una de capital estadounidense y otra con capital chino, sí han compensado a las comunidades originarias, su técnica de extracción a través de  piscinas de evaporación ha impactado en el medio ambiente, en el agua, en medio de una crisis hídrica”, subraya Zamora.

"La extracción minera en Atacama ha tenido consecuencias funestas en cuanto a residuos tóxicos que envenenan suelos y ríos", recuerda, por su parte, Cavazzini.

¿Un acuerdo prometedor?

Así las cosas, cabe recordar que el acuerdo logrado entre la UE y Chile incluye un capítulo sobre energía y materias primas, con disposiciones que aseguran la sostenibilidad de las actividades mineras, así como también una mayor cooperación bilateral en minería responsable.

Según información oficial, la Comisión Europea se encuentra identificando con el ministerio chileno de Minería acciones concretas de interés mutuo que permitan a Chile desarrollar su sector minero añadiendo valor a su producción a través del desarrollo tecnológico.

En ese contexto, hay que entender que, entre los proyectos insignia de la cooperación y la inversión europea (Global Gateway y TeamEurope), se concentren en proyectos de hidrógeno verde y la generación de cadenas de valor para cobre y para litio.

Cabe recordar que Chile es también el mayor productor de cobre del mundo. Entretanto, ya no hay una mina de cobre que use agua dulce, cuya utilización ha tenido un gran impacto en la crisis hídrica del país. "Y el Gobierno actual es bien consciente de ello”, recuerda la especialista de la Universidad del Desarrollo. "No quiere que se repitan los errores de una minería del cobre, que lleva más de cien años, y que se acostumbró a hacer las cosas de una manera antigua, sin criterios de sustentabilidad”, añade.

Existe mejor tecnología

Como fuere, a la espera de los planes nacionales para la extracción del litio, de los cerca de 60 proyectos de prospección que se encuentran ahora en Chile, seis son europeos. El potencial es enorme. "Aparte del triángulo del litio del que habla todo el mundo, hay cerca de 57 lagunas y salares pequeños. Hay que estudiarlos, unos tienen mayor, otros menor contenido de litio”, sigue Zamora, advirtiendo del peligro de secar esos salares.

 "Sí, el litio es importante para nuestra descarbonización. Pero hay que delimitar áreas y cuotas de explotación. Y buscar tecnología punta”, subraya Zamora . La geóloga de la Universidad del Desarrollo se refiere a una tecnología, no existente en Chile, que permite extraer la salmuera de los salares, extraer el preciado material y luego reinsertar el 80 por ciento del agua. La supervivencia de comunidades y biodiversidad -flamencos, parinas, chinchillas- depende de que no se sequen esos lagos y salares.

Por otro lado, la eurodiputada Cavazzini recuerda: "Existe también la nueva ley de baterías que exige, a quien compre litio chileno para baterías destinadas al mercado europeo, que pruebe su sustentabilidad". La apuesta es que el reciclaje reemplace por lo menos una parte de la extracción.

"Aunque fuera solo un 20 por ciento de pérdida de agua, no nos engañemos, va a haber daño, pues las comunidades tendrán menos de un agua que hoy es escasa. Pero se minimizará el impacto si se ponen cuotas en los salares más pequeños y no se sobreexplota uno, como hasta ahora”, puntualiza Zamora, advirtiendo de un 60 por ciento de presencia asiática en las probables futuras inversiones para la extracción del litio. (ms) 

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