La costa pacífica mexicana se prepara para recibir el impacto de Patricia, el huracán más fuerte jamás registrado en el Pacífico y Atlántico.

Con vientos máximos sostenidos de hasta 325 km/h, Patricia alcanzó a última hora del jueves la categoría 5 -la máxima de la escala Saffir-Simpson- y se desplaza a unos 17 km/h hacia México.

Esta tormenta podría causar importantes daños humanos y materiales, que podrían verse maximizados por el nombre con el que ha sido bautizada, siguiendo la nomenclatura establecida por la Organización Meteorológica Mundial.

Y es que según un estudio realizado en 2014 por investigadores en EE.UU., los huracanes que tienen nombres femeninos son más letales y generan más muertes que los que tienen nombres masculinos.

Ello se debería, según los científicos, a que la gente los percibe como menos amenazantes y por tanto toma menos precauciones.

El doble de víctimas

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El estudio analizó las cifras de muertes causadas por huracanes en EE.UU. durante más de seis décadas, concluyendo que las tormentas con nombre de mujer mataron a casi el doble de personas.

Los científicos sugirieron cambiar el método para bautizar a los huracanes a fin de contrarrestar el sexismo inconsciente que termina por afectar los niveles de preparación de la población.

Tras conocerse las conclusiones de este estudio, desde el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. subrayaron que las personas deberían poner el foco en la amenaza que supone cada tormenta, independientemente de si llama Sam o Samantha.

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