Desde 1951, Isabel ocupa el trono, gobierna Inglaterra, y consigue todo ello traicionando algunos secretos. El escritor estadounidense William F. Buckley ubicó su historia de espías “Salvando a la reina” en el año 1952, pero la escribió apenas a mediados de los años setenta. La obra apareció en enero de 1976, como la primera parte de una serie en torno del agente de la CIA Blackford Oakes. El personaje de la reina Carolina, que protagoniza estos libros de suspenso, fue inspirada en la figura de la reina británica, Isabel II. Pero no todo allí coincide con la ficción.

La monarca distante

En nueve décadas de vida, y más de 60 años ocupando el trono, “Su Majestad la Reina” (abreviado en inglés como HMQ o solo HM), ha dado mucho material para interpretaciones ficticias. O por lo menos eso podría pensarse. Pero los dramas, novelas y filmes alrededor de la reina a menudo chocan con la proverbial discreción que caracteriza a la soberana. En autor inglés Roald Dahl la presenta a a reina en su libro “Big Friendly Giant” (Un gigante amistoso) como una monarca distante con la cual los personajes tienen uno que otro problema.

Quizá sea este estoicismo el que ha llevado a tantos autores a otorgarle una cuota de picradía a sus recreaciones de la reina. En 1988, Alan Bennet publicó “A Question of Attribution”, libro en el cual un asesor de la reina en materia de arte es desenmascarado como espía soviético. La versión fílmica de John Schlesinger fue alabada por su agudo manejo de la psicología de los personajes, entre otros aspectos. En 1992, la cinta recibió un premio la Academia Británica del Cine y la Televisión. La actriz Prunella Scales interpretó a la reina.

La reina de los escenarios

En cuanto al teatro, Peter Morgan dirigió en 2013 el notablemente exitoso drama “The Audience” (El Público), que en 2015 le valió a la actriz franco-británica Kristin Scott Thomas frenéticos aplausos por su interpretación de la monarca como aguda y madura mujer en el Teatro Apolo. En Broadway, la obra fue protagonizada por Helene Mirren y, de febrero a junio de 2015, captó un millón de dólares semanales. Mirren también actuó en la presentación de la obra en Londres. Nadie se ha acercado tanto a la figura de la reina real. Por eso Mirren recibió el Oscar por el filme “The Queen”.

En su novela “The Queen and I” (“La reina y yo”), Sue Townsend otorga a la soberana una vida casi carcelaria en su residencia “Hell Close”. La trama: un gobierno de izquierda toma el poder y deroga la monarquía, condenando a la reina a una existencia austera. La novela siguiente de Townsend, “Queen Camila”, retrata episodios tortuosos entre el príncipe Carlos, la princesa Diana y Camila, la amiga del príncipe. Al final, la autora revive a la monarquía ficticia, que prosigue de modo tragicómico.

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