Viven en distintas zonas de Estados Unidos. Pertenecen una variedad grupos políticos, socioeconómicos y étnicos. Tienen diferentes edades y géneros. Y, sin embargo, todos comparten una misma marca.

Es la marca de una bala que atravesó sus cuerpos y que ahora permanece en su piel como testimonio de la violencia con armas.

El proyecto "Shot" de la fotógrafa Kathy Shorr, quien reside en Nueva York, retrata a 101 sobrevivientes de disparos en EE.UU. Las imágenes, tomadas en 45 ciudades distintas, serán recopiladas en un libro.

La serie incluye casos reconocidos y de bajo perfil. Algunos se resolvieron y otros permanecen impunes.

Incluso hay retratos tomados en el mismo lugar donde la persona recibió el balazo.

Según Shorr, la idea es enfatizar la cotidianeidad y omnipresencia de esta violencia, que puede ocurrir en un centro comercial, una iglesia, en la calle o el propio hogar.

Karina (Aurora, Colorado, 2010): a los 16 años recibió un balazo mientras estaba parada con amigos en la puerta de una escuela. Un grupo de pandilleros disparó y huyó.

 

Sara (Kenner, Luisiana, 1994): cuando tenía 13 años, un hombre robó el auto de su madre mientras Sara esperaba adentro. Él manejó hasta un descampado, la violó y luego intentó ejecutarla.

 

Pastor T (Newport News, Virginia, 2014): mientras estaba sentado en su casa escribiendo el sermón dominical, recibió una bala que llegó de la calle tras atravesar las paredes.

 

Tyrek (New Haven, Connecticut, 2008): recibió un disparo en la cabeza a los 7 años de edad durante un enfrentamiento de pandilleros en el desfile New Haven.

 

Brian (Los Ángeles, California, 2013): un hombre entró al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y empezó a disparar. Una persona murió y otras tantas resultaron heridas como Brian.

 

Marlys (Canoga Park, California, 1999): cuando tenía 41 años, su marido le disparó directo al corazón.

 

Prince (Kansas City, Misuri, 2013): alguien vino por detrás suyo para intentar robarle y le disparó tres veces.

 

Ally (Lee’s Summit, Misuri 2012): a los 13 años una amiga le disparó en la cabeza. El padre de la chica había dejado el arma arriba de la mesa y ellas se pusieron a jugar sin saber que estaba cargada.

 

Phillip (Lockport, Luisiana, 2013): su exyerno le disparó a Phillip en la garganta, asesinó a su esposa y dejó paralítica a una de sus hijas. Otras tres personas fallecieron y tres más resultaron heridas antes de que el perpetrador se suicidara.

 

Matt (Ciudad de Nueva York, Nueva York, 1997): mientras visitaba el Empire State, fue baleado en la cabeza por un hombre enojado con el conflicto entre palestinos e israelíes. Su mejor amigo murió.
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