AFP

Al menos 28 personas murieron y más de 100 resultaron heridas este viernes en violentos combates entre milicias armadas rivales en Trípoli.

Los combates en barrios residenciales del sur de la capital opusieron a fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional (GNA) libio, respaldado por la ONU y facciones rivales.

Simultáneamente un grupo armado libio tomó el control de una prisión del sur de Trípoli donde estaban detenidos los principales dirigentes del antiguo régimen de Muamar Gadafi.

Más de una treintena de personalidades importantes del antiguo régimen están encarceladas en esta prisión, entre las que se encuentran el último primer ministro de Gadafi, Baghdadi Al Mahmudi y el ex jefe de los servicios de inteligencia, Abdalá Senusi, ambos condenados a muerte en 2015.

Los guardias de la prisión se vieron obligados a retirarse tras un ataque perpetrado por un grupo armado leal al Gobierno de Unión Nacional (GNA), indicó una fuente judicial que pidió el anonimato, al tiempo que informaba que dos guardias habían muerto en el asalto.

Posteriormente los ministerios de Justicia y del Interior del GNA informaron en un comunicado conjunto que todos los presos habían sido entregados y que se encontraban "en buena salud".

Tras los enfrentamientos entre milicias rivales en el sur de la capital, el portavoz del ministerio de Salud, Anwar Frajallah, no pudo precisar si había civiles entre los fallecidos al proporcionar el balance provisional de 28 muertos y 128 heridos.

El ministerio de Salud del GNA declaró el estado de alerta en la zona y pidió a todo el personal médico que acudiera a los hospitales, según un comunicado. 

Caos tras caída de Gadafi 

Trípoli, presa de una constante inseguridad desde la caída de Muamar Gadafi en 2011, se encuentra bajo el control de decenas de milicias.

Los combates comenzaron al amanecer en los barrios de Abu Slim, Hadhba y Salahedin en el sur de Trípoli, donde se desplegaron tanques, según los testigos.

El enviado de Naciones Unidas para Libia, Martin Kobler, instó a las partes beligerantes a cesar los combates. 

"La voz de la razón debería prevalecer en beneficio del país", afirmó. "No se pueden perseguir objetivos políticos con violencia. Los civiles deben ser protegidos". 

El embajador británico en el país, Peter Millett, escribió en su cuenta de Twitter: "Puedo oír las explosiones y los disparos de artillería en el sur. Condeno la acción de estas milicias que amenazan la inseguridad de los libios antes del ramadán", el mes del ayuno musulmán, que empieza el sábado en Libia.

Grupos hostiles al GNA reivindicaron, en sus páginas de Facebook, los ataques contra las fuerzas leales a este ejecutivo respaldado por la comunidad internacional.

El viernes por la tarde los combates habían disminuido, pero todavía se escuchaban intercambios de disparos en varias zonas de la capital. 

Los combates empezaron alrededor de un complejo de una decena de mansiones de lujo, que sirven de cuartel general a las milicias leales al ex jefe de un Gobierno no reconocido, Jalifa Ghweil, apartado del poder en Trípoli tras la formación del GNA.

Las fuerzas fieles al GNA consiguieron ganar influencia en Trípoli cuando en marzo, tras violentos combates, expulsaron a los grupos rivales de sus bastiones, en el centro de la ciudad y en los alrededores. Desde entonces, en la capital reinaba una calma inusual.

El GNA, apoyado por la ONU, obtuvo la adhesión de algunas milicias de la capital desde su entrada en funciones en marzo de 2016, pero varios sectores de Trípoli siguen fuera de su control.

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