"Ni sumisión ni violencia, lucha".

Con ese eslogan la oposición en Venezuela resumió su estrategia después de que se suspendiera el proceso del referendo revocatorio al presidente Nicolás Maduro.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) suspendió el revocatorio de manera indefinida después de que tribunales penales de cuatro estados de Venezuela admitieran a trámite denuncias de fraude en la primera parte del proceso, la recolección del apoyo del 1% del censo electoral.

No habrá revocatorio en 2016 y es incierto que lo haya en 2017.

Aplazada por lo tanto la vía electoral, la oposición plantea en una batalla en tres frentes para los próximos días con la intención de presionar al gobierno: en la calle con protestas, en la Asamblea Nacional con las decisiones de su mayoría y en el escenario internacional con apoyos.

Estos son los tres frentes anunciados por la oposición.

Henrique Capriles califica de "golpe de Estado" la medida del CNE de suspender el revocatorio.

1. La calle

El viernes, el gobernador y dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, uno de los líderes opositores, llamó para el miércoles de la próxima semana a una movilización en todo el país, la "Toma de Venezuela".

Pese a que no dio detalles organizativos, sí dijo que no será como la marcha del 1 de septiembre, que reunió a decenas de miles de personas.

"No será de 8:00 a 1:00 y ya está. Nos vamos a movilizar donde nos tengamos que movilizar. Lo voy a dejar hasta ahí", dijo Capriles.

Algunos lo interpretan como un posible llamado a marchar hasta el centro de Caracas, zona que el oficialismo considera su bastión y cuyos accesos siempre cierra y ocupa con sus propias manifestaciones paralelas cuando la oposición sale a la calle.

El recuerdo de las protestas violentas de 2014 sigue vivo.

Pese a que la oposición ha tenido problemas para mostrar en la calle el descontento social y la mayoría que dice tener, Capriles cree que el miércoles será diferente.

"No es la Venezuela de hace tres años. Claramente ahora hay un gobierno en minoría", afirmó envalentonado el líder opositor, que remarcó que la protesta será pacífica.

Capriles envió el mensaje contundente que le exige una parte de la oposición, que reclama más calle.

En el recuerdo están las protestas de 2014, en las que murieron 43 personas y varios líderes opositores acabaron detenidos. Es el caso de Leopoldo López, que fue condenado a casi 14 años de prisión por incitación a la violencia en una polémica y muy discutida sentencia.

2. La Asamblea Nacional

El legislativo es el único poder del país que la oposición controla al ganar la mayoría en las elecciones de diciembre de 2015.

Para mañana domingo se convocó una sesión especial en la que se tomarán "decisiones importantes", dijo Capriles, sentado al lado de Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea.

Con ello, la oposición busca el simbolismo de una Asamblea en permanente guerra con los poderes ejecutivo y judicial.

La Asamblea Nacional celebra el domina una sesión especial.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha tomado hasta 27 decisiones en contra de las iniciativas y proyectos de la asamblea desde que se formó en enero, y ha tumbado las principales leyes.

La falta de poder ha hecho que muchos analistas la consideren como una asamblea disuelta.

Recientemente y en contra de lo que ordena la Constitución, el TSJ, validó que el Ejecutivo no presentara el presupuesto de 2017 a la asamblea para su discusión.

"Es una asamblea legítima", clamó Capriles, que reclamó al legislativo que "evalúe la conducta" del presidente Maduro, actualmente de gira por Asia.

El presidente Maduro no ha llevado el presupuesto a la Asamblea Nacional.

"Vamos a tratar hasta aquellas materias que, por mera prudencia constitucional y para que no se exacerbaran más los ánimos de los venezolanos, preferimos dejar en la lista de espera", dijo Ramos Allup.

Pero cualquier decisión transcendental podría ser considerada inválida más adelante.

3. La escena internacional

Las medidas de la Asamblea Nacional tendrían entonces quizás un efecto simbólico de cara al exterior.

La oposición busca recoger apoyos internacionales que legitimen su lucha por cambiar de gobierno, al que acusa de la grave crisis económica que atraviesa el país.

Capriles aseguró que estuvo llamando a representantes de gobiernos extranjeros para explicar lo que había sucedido el jueves. Calificó la decisión del CNE de suspender el revocatorio como un "golpe de Estado".

Luis Almagro, secretario general de la OEA, ha sido muy duro con el gobierno de Maduro.

Ramus Allup anunció que en los próximos días viajará junto a un grupo de parlamentarios a Washington para reunirse con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro.

Almagro ha sido uno de los líderes internacionales más vocales en la defensa del derecho de la convocatoria del referendo revocatorio y en la crítica al gobierno de Maduro.

"Sólo las dictaduras despojan a sus ciudadanos de derechos, desconocen el legislativo y tienen presos políticos", expresó Almagro en su cuenta de Twitter el viernes.

El uso de la palabra dictadura ha empezado a extenderse y podría ayudar a los opositores a ganar legitimidad en su lucha.

"Hoy estamos más convencidos que nunca del rompimiento democrático en ‪Venezuela. Es hora de tomar acciones concretas", agregó.

Entre esas medidas concretas pueden estar la aplicación de la Carta Democrática, una de las peticiones de los diputados liderados por Allup.

Almagro ya invocó en junio la aplicación de la Carta, pero es la Asamblea General de la OEA la que debe aprobarla con el apoyo de dos tercios.

Sólo así Venezuela podría ser suspendida del organismo regional.

En su batalla internacional, la oposición ha encontrado recientemente el respaldo de Argentina y Brasil, que junto a Paraguay y Uruguay han dado a Venezuela un ultimátum hasta el 1 de diciembre para cumplir con los pactos del Mercosur.

Si no, Venezuela saldría del bloque comercial más importante de Sudamérica.

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