El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó intervención federal en Brasilia, la capital, tras la toma de las sedes de los tres poderes del Estado por parte de manifestantes de la oposición.
El mandatario brasileño dio luz verde a la intervención federal en todo el Distrito Federal (Brasilia), donde se encuentran el Congreso, Corte Suprema y palacio presidencial (Planalto).
La autoridad designó a Ricardo Cappelli, actual secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, como el interventor a cargo de la normalización de la capital.
Durante la tarde de este domingo cientos de manifestantes en contra del actual gobierno brasileño ingresaron a las dependencias de los tres poderes del Estado, rompiendo, quemando y tomándose las infraestructuras.
El Presidente Lula se encuentra en Araraquara, Sao Paulo, donde fue a encontrarse con las familias afectadas por las lluvias y tomar las medidas correspondientes para la reconstrucción de la zona afectada.
“Debes haber visto la barbarie en Brasilia hoy. Esos que llamamos fascistas, lo más abominable de la política, invadieron el palacio y el Congreso. Creemos que hubo una falta de seguridad”, comenzó el Presidente Brasileño.
En esta línea fue categórico al decir que “quien haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones. No hay precedente en la historia del país de lo que hicieron hoy. Por eso deben ser castigados”.
“Y vamos a averiguar quiénes son los financistas de los que fueron hoy a Brasilia, y todos pagarán con fuerza de ley”, agregó.
Posteriormente el mandatario sostuvo que "aprovecharon el silencio del domingo, cuando todavía estamos formando el gobierno, para hacer lo que hicieron. Y ustedes saben que hay varios discursos del expresidente alentando eso. Y esa es también su responsabilidad y la de los partidos que lo apoyaron".