La Justicia brasileña condenó este miércoles al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva a 12 años y 11 meses de cárcel en otro caso por delitos de corrupción y lavado de dinero, en el caso del sitio Atibaia, según informó el diario brasileño Folha de Sao Paulo.

La sentencia fue dada por la jueza Gabriela Hardt, en reemplazo al ex juez Sergio Moro.

Las obras en el sitio, que era frecuentado por el petista, fueron pagadas por Odebrecht y OAS, y por el empresario José Carlos Bumlai, de acuerdo con la denuncia, con recursos desviados de contratos de Petrobras. 

En total, se gastaron 1,26 millones de reales brasileños en las obras.

Para Hardt, es posible concluir "por encima de duda razonable" que los valores para costear la reforma fueron "oriundos de ilícitos anteriores cometidos en provecho de la compañía (Odebrecht y OAS)".

La jueza también afirmó que el ex presidente no solo sabía que las reformas del sitio fueron costeadas por las empresas, "como tales reformas fueron incluso solicitadas directamente por él a Leo Pinheiro (ejecutivo de OAS)". 

"Lula tenía conciencia de que había el pago sistemático de propinas destinadas al partido del que forma parte; y tenía plena conciencia de que parte de esos valores se utilizaron en su beneficio personal", detalló la magistrada según el medio brasileño. 

También fueron condenados los empresarios Marcelo y Emilio Odebrecht, Leo Pinheiro de OAS y José Carlos Bumlai—responsables por las obras en el sitio—; el propietario del sitio Fernando Bittar, el abogado Roberto Teixeira, entre otros.

Lula (2003-2010) ya cumple condena desde el pasado abril por otro caso de corrupción, después de que la justicia diera por comprobado que recibió un apartamento en una playa de Sao Paulo a cambio de sobornos.

 

 

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