Después de un mes y medio de tensión entre los gobiernos de Kuala Lumpur y Pyongyang, debido al asesinato de Kim Jong-nam, hermano del líder norcoreano, Kim Jong-un. La solución al conflicto parece haberse concretado gracias a que el Gobierno de Malasia anunció que entregará el cuerpo del miembro de la familia gobernante de norcoreana a su país de origen.

Las autoridades malasias informaron que tras finalizar la autopsia de rigor y recibir la solicitud de la familia requiriendo los restos de su pariente se puede hacer entrega del cadáver a los representantes de Corea del Norte, algo que desde el mismo 13 de febrero pasado, día de la muerte de Kim Jong-nam, era exigido por Pyongyang.

El primer ministro malasio, Najib Razak, informó que como respuesta a esta determinación, Corea del Norte autorizó que los nueve malasios que llevan retenidos en Pyongyang desde febrero regresen a su patria. Del mismo modo, Razak detalló que "nosotros vamos a permitir que los norcoreanos que se encuentran en el país dejen Malasia”.

"El Gobierno cree firmemente en los principios de justicia y soberanía. Nuestra investigación policial en este grave crimen en suelo malasio proseguirá. He ordenado que se adopten todas las medidas posibles para llevar ante la justicia a los culpables", agregó el primer ministro malasio en un comunicado.

Kim Jong-nam murió producto de un agente tóxico que le fue esparcido en el rostro en el aeropuerto de Kuala Lumpur. Las responsables del crimen serían dos mujeres, una indonesia y una vietnamita, que quedaron registradas por las cámaras del terminal aéreo y que se encuentran detenidas y acusadas de asesinato en Malasia. Además, la policía malasia busca a otros siete norcoreanos, de los que cuatro huyeron del país y otros tres se cree que están escondidos en la Embajada de Corea del Norte en Kuala Lumpur.

Publicidad