Una pacífica caravana de centenares de automotores recorrió este jueves la ciudad de Santa Cruz ,en Bolivia, para reclamar la libertad de su gobernador y líder opositor, Luis Fernando Camacho, acusado de promover un "golpe de Estado" contra el exmandatario izquierdista Evo Morales en 2019.
Automóviles, camiones y motocicletas formaron una columna que cubrió varias cuadras de Santa Cruz (este), locomotora económica del país, al cumplirse un año de la detención de Camacho. Varias calles y avenidas, además, fueron interceptadas con cuerdas y banderas bolivianas rojo, amarillo y verde.
La manifestación, que duró varias horas, culminó en una avenida donde el gobernador fue detenido por policías, quienes lo trasladaron de inmediato a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro, en los Andes bolivianos.
Un funcionario de la gobernación leyó una carta que fue enviada por la propia autoridad, a través de su esposa Fátima Jordán.
"Esta lucha que iniciamos en el 2019 está incompleta si no recuperamos la democracia para nuestro país", aseveró el opositor en su misiva.
Centenares de sus simpatizantes, entre tanto, gritaron "¡Liberen a Camacho, liberen a Camacho!".
Los manifestantes, además de banderas bolivianas, portaron emblemas de la región de colores verdes y blancas.
"Hoy hemos vuelto a las calles para exigir a este gobierno tirano y abusivo que libere al gobernador de Santa Cruz", aseguró entre la multitud a la AFP Christian Eguez, un militante de Creemos, el partido de Camacho.
El viceministro de Coordinación Gubernamental, Gustavo Camacho, criticó la manifestación y la calificó "una marcha de la impunidad".
Camacho recibió esta semana un revés legal, luego de que la Fiscalía lo acusó finalmente de ser el principal autor del denominado "golpe de Estado" contra Morales en 2019, tras 14 años en el poder.
La Fiscalía pidió 20 años de cárcel por varios delitos, principalmente de terrorismo, y remitió el caso a la justicia ordinaria para la apertura de proceso, aún sin fecha.
El opositor siempre arguyó que fue una revuelta popular en las calles lo que forzó a Morales a renunciar, tras acusarlo de cometer fraude electoral ese año para retener el poder hasta 2025.