Una indignante respuesta laboral obtuvo una ciudadana británica, identificada como Emma Evens, quien padece un tipo de epilepsia crónica y muy agresiva. 

La mujer era solo una niña cuando sufrió sus primeras convulsiones en Reino Unido. Desde ese momento, ha vivido con la incertidumbre de en qué momentos volverá a sufrir nuevos ataques.

Sin embargo, a pesar de que la situación naturalmente es difícil, Evens también ha tenido que lidiar con las discriminaciones que le han hecho sentir en varias de las empresas por las que ha pasado. 

Según consigna el medio británico Metro, Emma se formó como auxiliar de guardería, pero prontamente se vio obligada a dejar su trabajo por su condición de salud. Aunque sus colegas y jefes intentaron ser inclusivos, no tomaron las medidas necesarias para garantizar su seguridad.

"Me dejaban sola con los niños pequeños, algo peligroso porque podía sufrir una convulsión en cualquier momento", explica. Esta falta de apoyo y comprensión fue solo el inicio de una serie de obstáculos que continuaron en su carrera profesional.

A lo largo de su carrera, Evens acusa que se ha enfrentado a la discriminación de al menos tres empleadores. En varias ocasiones, la han acusado de tener "bajas excesivas" por enfermedad, y sus compañeros de trabajo evitaban estar cerca de ella, temerosos de que sufriera una convulsión frente a ellos.

Pero no solo eso, es que la mujer acusó que en otro trabajo, "cuando era ayudante de administración de empresas, Recursos Humanos, me dijo que solo podía tener tres convulsiones al mes, como si de alguna manera tuviera el control".

"No comprendían que no tengo control sobre eso", reflexiona Emma, quien fue despedida de ese trabajo debido a su epilepsia, a pesar de ser una persona joven, saludable y en forma.

Cabe señalar que Emma Evens padece de las llamadas convulsiones tónico-clónicas, conocidas como "convulsiones de gran mal". Según la Mayo Clinic, estas ocurren cuando hay un aumento de la actividad eléctrica en el cerebro, activando muchas células nerviosas a la vez, mucho más rápido de lo normal. Los síntomas incluyen pérdida de conocimiento, caída al suelo, espasmos musculares, gritos, y cambios en los sentidos.

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