Qué sucedió. La Universidad de Harvard ha marcado un hito en la relación entre el gobierno de Estados Unidos y las universidades al rechazar las exigencias de la administración de Donald Trump, las cuales buscaban una intervención directa en sus políticas internas.
- Esta postura ha generado reacciones tanto dentro como fuera de la institución, y los exalumnos chilenos de Harvard no han sido ajenos a este conflicto.
- En respuesta a una carta enviada por la Casa Blanca, Harvard se negó a implementar reformas que, según el gobierno, pretendían reducir el antisemitismo y asegurar una mayor diversidad de opiniones en los campus.
- Sin embargo, para muchos, estas demandas son vistas como una amenaza a la autonomía académica.
- El presidente de Harvard, Alan Garber, manifestó que “ningún gobierno, independientemente del partido que esté en el poder, debería dictar qué pueden enseñar las universidades privadas, a quiénes pueden admitir y contratar, y qué áreas de estudio pueden seguir”.
- Como consecuencia de esta negativa, la administración de Trump anunció la congelación de US$2.200 millones en subvenciones y US$60 millones en contratos federales a la universidad.
Telón de fondo del conflicto. El rechazo de Harvard es solo el último episodio de una creciente tensión entre el gobierno de Trump y las universidades estadounidenses. Las demandas de la Casa Blanca incluían la eliminación de programas de diversidad, equidad e inclusión, la prohibición de mascarillas en protestas dentro del campus y reformas en los procesos de contratación y admisión.
- En medio de este conflicto, Harvard ha tomado la postura de defender la independencia académica, un principio que, según sus líderes, no debe estar sujeto a presiones políticas externas.
Reacciones de exalumnos chilenos de Harvard. Las reacciones de los exalumnos chilenos de Harvard han sido en su mayoría de apoyo a la postura de la universidad. Estos exalumnos valoran la autonomía de la institución y subrayan la importancia de mantener un ambiente académico libre de interferencias externas.
- Alejandro Montt, presidente de Harvard Club Chile, expresó: “El Harvard Club de Chile se enorgullece de contar entre sus miembros a distinguidos exalumnos de Harvard que contribuyen al desarrollo de Chile. Apoyamos firmemente la autonomía de la universidad, que debe llevar adelante su proyecto educativo con total libertad, sin presiones externas.”
- Andrés Zahler, PhD en Políticas Públicas de Harvard, comentó sobre la decisión: “Es una decisión difícil, pero la correcta. La autonomía universitaria es esencial para la libertad de cátedra y la investigación. Harvard, siendo la universidad más prestigiosa de EE.UU., envía un mensaje muy importante sobre los límites que no se deben sobrepasar.” Zahler también reflexionó sobre el impacto de la eliminación de los programas de diversidad en la comunidad académica de Harvard: “Aunque no comparto todas las posiciones ‘woke’, eliminar estos programas sería un error. La diversidad debe ser gestionada de manera equilibrada, sin caer en excesos, pero no podemos ignorar sus beneficios”-
- Josefina Errázuriz, expresidenta de Harvard Club Chile, subrayó la importancia de la libertad académica: “Recibir fondos públicos no da derecho al gobierno de decidir qué enseñar, investigar o contratar. La libertad de las universidades está protegida en su constitución, y esta medida de Trump atenta contra ese principio.” Errázuriz también resaltó su experiencia personal en Harvard: “Como alumna, siempre me sentí apoyada y respetada, independientemente de mi identidad. La inclusión es una parte fundamental de la universidad, pero debe ser tratada con un enfoque más profundo, buscando lo que nos une más allá de las etiquetas”.
- César Fuentes, PhD en Astronomía, destacó que “la independencia de las universidades es crucial para su calidad. Si el gobierno decide cómo deben operar, la confianza en sus resultados se debilita, lo que afectaría no solo a las universidades, sino a toda la sociedad”. “Uno de los aspectos que se valoraba era la diversidad en todo ámbito y su aporte a la formación de sus estudiantes. El eliminar esos esfuerzos llevará a que la diversidad de experiencias en una sala de clases disminuya y, por lo tanto, la calidad del debate se empobrezca”, agregó Fuentes.
- Ellen Guidera, MBA 1986, concluyó: “Harvard debe ser un modelo para otras universidades. La postura de la universidad ante estas presiones es un ejemplo de liderazgo, mostrando que no se puede sacrificar la libertad académica a cambio de fondos”. “Creo que la fuerte reacción de Harvard mostró a Pres Trump y el mundo la inteligencia excepcional, buen carácter institucional, y la excelencia de Harvard. Por otro lado, todo eso puso foco una vez más en la incompetencia, caos y corrupción de esta administración”, señaló Ellen Guidera.
Impacto global y la percepción de las universidades estadounidenses. El conflicto entre Harvard y la administración de Trump podría tener repercusiones a nivel global, afectando la percepción de las universidades estadounidenses como instituciones de pensamiento libre e independiente.