El presidente de UcraniaVolodimir Zelenski, recordó este viernes (31.03.2023) el primer aniversario de la liberación de la ciudad de Bucha, una localidad cerca de Kiev donde las fuerzas rusas están acusadas de haber masacrado a civiles, un crimen contra la humanidad que ahora es investigado por organismos internacionales, y aseguró que su país "nunca” perdonará a Rusia por ello.

"Bucha y el distrito de Bucha. 33 días de ocupación. Más de 1.400 muertes, incluidos 37 niños", denunció el mandatario en un breve mensaje publicado en su canal de Telegram, que acompañó con un video con imágenes de la ciudad antes de ser invadida y tras el paso de los rusos por ella. Han pasado "365 días desde que es una ciudad ucraniana libre otra vez”, apuntó.

Lo ocurrido en la localidad "es un símbolo de las atrocidades del ejército del país ocupante. Nunca perdonaremos. Castigaremos a cada culpable", dijo Zelenski en su mensaje. "Más de 175 personas fueron encontradas en fosas comunes y cámaras de tortura. 9.000 crímenes de guerra rusos", precisó el mandatario sobre lo ocurrido en la urbe, símbolo de las atrocidades que ha cometido el ejército invasor en Ucrania desde el 24 de febrero de 2022.

Veinte hombres

El 31 de marzo de 2022, el ejército ruso huyó del norte de Kiev. Dos días después, un equipo de periodistas de la agencia de noticias AFP descubrió en Bucha los restos carbonizados de vehículos, casas destruidas y los cadáveres de 20 hombres vestidos de civil, uno de ellos con las manos atadas a la espalda. Estas imágenes conmocionaron al mundo, y Ucrania y los países occidentales denunciaron que en Bucha se produjeron ejecuciones sumarias.

Las autoridades ucranianas e instituciones y organismos de países aliados enviaron a la zona a forenses y técnicos especializados para determinar si el Ejército de Moscú cometió allí y en otras poblaciones cercanas, como Irpin, crímenes contra la humanidad. La Corte Penal Internacional (CPI) emitió el mes pasado una orden de arresto contra el líder del régimen ruso, Vladimir Putin, por la deportación de niños de Ucrania a Rusia.

El régimen ruso rechaza las acusaciones, que califica de "falsificaciones”, y Putin incluso condecoró a los soldados que ocuparon Bucha.

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