El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no se reunirá en Laos con su homólogo filipino, Rodrigo Duterte, como estaba previsto, anunció este lunes la Casa Blanca después de un tenso cruce de declaraciones entre ambos sobre la controvertida campaña antidrogas emprendida por el nuevo líder de Filipinas.

"El presidente Obama no mantendrá una reunión bilateral con el presidente Duterte de las Filipinas el martes 6 de septiembre", dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price, en un comunicado distribuido en Washington.

"En su lugar, (Obama) se reunirá con la presidenta Park (Geun-hye) de Corea del Sur la tarde del 6 de septiembre", agregó Price, al confirmar un encuentro que ya había adelantado el Gobierno surcoreano pero del que hasta ahora no había informado la Casa Blanca Horas antes de emitirse el comunicado, Obama aseguró que no tenía claro si debía reunirse con Duterte y dijo que había solicitado a su equipo que tomara una decisión al respecto.

Graves insultos para Obama "Lo que he hecho es pedir a mi equipo que hable con la parte filipina para descubrir si se trata de un momento en el que podemos mantener conversaciones constructivas", subrayó Obama en una rueda de prensa al término de la cumbre del G20 en Hangzhou (este de China).

Poco antes, Duterte había insultado a Obama y le había advertido que, si se veían en Laos esta semana, no mencionaría su controvertida campaña antidrogas, por la que han muerto más de 2.000 personas desde junio en Filipinas.

"(Obama) Debe ser respetuoso, no me haga preguntas (sobre el tema). Hijo de puta, le insultaré en ese foro”, afirmó Duterte en una conferencia de prensa este lunes, refiriéndose al presidente estadounidense.

Preguntado al respecto, Obama indicó que Duterte "es un tipo extravagante" y que, si llegaba a reunirse con él, pensaba plantearle la preocupación de Estados Unidos por su campaña de ejecuciones extrajudiciales.

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