Unas 90 ballenas piloto (también conocidas como calderones) han muerto y otras 180 siguen varadas en una bahía de Tasmania, en el sur de Australia, anunciaron las autoridades, que lanzaron este martes una difícil operación de rescate.

Los científicos precisaron que dos grupos de esta especie de cetáceos dentados de la familia de los delfínidos encallaron en bancos de arena en Macquarie Harbour, una bahía cerrada por un paso estrecho en la costa oeste, salvaje y poco poblada de Tasmania.

En los vídeos se ve a los mamíferos esforzándose por escapar de estas aguas poco profundas. Las lanchas y embarcaciones semirrígidas de los socorristas navegan alrededor para tratar de ayudarles a salir a flote. En algunas fotografías se ve a socorristas con trajes de neopreno de pie, sumergidos en el agua hasta la cintura, a pocos metros de los cetáceos varados.

Kris Carlyon, biólogo empleado por el gobierno, dijo que alrededor de "un tercio" de los animales murieron el lunes por la noche, y que salvar a las ballenas piloto vivas constituye un "desafío" que podría llevar días, sobre todo porque para acercarse a ellas hay que usar un barco.

Varamientos frecuentes 

Unas 60 personas, incluidos empleados de granjas acuícolas aledañas, participan en esta operación de rescate, muy complicada por el frío, la humedad y un régimen de mareas irregular.

Carlyon afirmó que la mayoría de las ballenas piloto, que están parcialmente bajo el agua, deberían poder sobrevivir varios días y que este clima, desagradable para los seres humanos, juega a favor de estos mamíferos marinos. 

"Hace mal tiempo para las personas, pero para los cetáceos es ideal, por la humedad y por el frescor", explicó a los periodistas en la localidad cercana de Strahan, en el norte de la bahía.

Los socorristas tendrán que seleccionar a los animales que salvan y centrarse en aquellos que son más accesibles y los que parecen más sanos.

La mayoría de los cetáceos de un grupo de unos 30 encallados en una playa murieron el lunes. Y se estima que desde entonces han muerto alrededor de 60 varados en bancos de arena.

Carrera contra el reloj

Cuando estos cetáceos (animales muy sociales) salgan a flote, el otro desafío será ayudarles a evitar los bancos de arena de Macquarie Harbour para que lleguen a alta mar.

Los científicos no se explican el motivo de estos varamientos masivos. Es posible que el grupo se haya perdido al acercarse demasiado a la costa para cazar o que haya seguido a uno o dos cetáceos que encallaron.

Karen Stockin, especialista en mamíferos marinos de la universidad de Massey, en Nueva Zelanda, afirma que Tasmania es un lugar frecuente de varamiento para las ballenas piloto, una especie que no se considera amenazada.

"Parece ser una trampa conocida para las ballenas. Hay varamientos frecuentes en este sector", declaró a la AFP.

Aunque las ballenas piloto se consideran cetáceos resistentes, los socorristas libran una carrera contra el reloj, agregó. Entre los riesgos para los mamíferos destaca que no puedan enfriar su cuerpo, que los músculos se deterioren o que algunos de sus órganos se aplasten por el contacto prolongado con el fondo.

Su naturaleza social también puede ser perjudicial, porque algunos animales liberados pueden intentan quedarse con el grupo y volver a encallar. 

El tiempo tampoco es un elemento favorable. "Cuanto más rápida sea la operación de rescate, mayores serán las posibilidades de supervivencia", concluye.

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