Distintos voceros de la oposición venezolana vienen hablando desde hace meses sobre la necesidad de renovar el Poder Ejecutivo con miras a solucionar la grave crisis nacional, sin llegar a un acuerdo entre ellos sobre cómo conseguirlo. Este martes (8.3.2016), la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) –la coalición de partidos antichavistas– presentó su “hoja de ruta” para 2016, alegando que todos los mecanismos constitucionales a la mano para acortar el mandato del presidente del país, Nicolás Maduro, habían sido incluidos. Y es precisamente por eso que esta “agenda común” evidencia más disenso que concordia.

Forcejeo por el liderazgo

“A mis ojos, lo que esa ‘hoja de ruta’ deja entrever en el seno de la MUD no es un debate reflexivo sobre cuál es la manera más efectiva de limitar el Gobierno de Maduro en el tiempo, sino una lucha por el liderazgo de la oposición. Los cuatro recursos descritos en ese plan para abreviar la gestión de Maduro son defendidos, respectivamente, por cuatro dirigentes del antichavismo claramente identificables”, explica Fernando Mires, profesor emérito de la Universidad de Oldenburg y conocido comentarista del acontecer venezolano.

“La propuesta de exigir la renuncia del mandatario –cuyo éxito es improbable– es apoyada por María Corina Machado; la de enmendar la Carta Magna para reducir la duración de los Gobiernos de seis a cuatro años es respaldada por el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup; la de activar un proceso constituyente es una idea que Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López, suele orear en los momentos más inoportunos; y la de organizar un referendo revocatorio es apoyada por Henrique Capriles Radonski”, explica el experto.

“Yo coincido completamente con esa perspectiva del asunto, que es la visión predominante entre los politólogos que analizan a profundidad lo que ocurre en Venezuela. La MUD no presentó una ‘hoja de ruta’, sino cuatro distintas. Sin embargo, al contrario de muchos de mis colegas, yo no creo que eso sea un error estratégico, sino lo mejor que se podía hacer para garantizar la cohesión del bloque opositor, que sigue siendo muy precaria”, señala Víctor Mijares, del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA).

Cohesión interna, la otra meta

“Para mantenerse unidos, los miembros de la MUD deben recurrir constantemente a maniobras como ésta, que son cualquier cosa menos óptimas. La ‘hoja de ruta’ es el producto de las circunstancias. Lo ideal sería que todos los partidos opositores tomaran un solo camino para alcanzar su meta –evitar que Maduro gobierne hasta 2019–; pero nada es ideal en la Política. La alternativa realista de la ‘hoja de ruta’ era que la MUD se dividiera en cuatro facciones y que los opositores lucharan entre sí”, añade Mijares.

“En términos técnicos, el llamado a reformar la Constitución sería el más prometedor, si el Tribunal Superior de Justicia fuera una entidad independiente e imparcial. Pero desde una perspectiva política, y dada la labilidad de la institucionalidad democrática en Venezuela, yo creo que la única opción viable para limitar la presidencia de Maduro es sometiendo esa moción a un plebiscito. Esa opción sí que movilizaría a la gente; el sólo hecho de recoger firmas para posibilitar ese referendo ya pondría a muchos en marcha”, sostiene Mires.

“Si ese referendo hubiera sido propuesto por otro dirigente, es probable que en la MUD hubiera habido menos resistencia; pero, como lo planteó Capriles Radonski, sus adversarios insisten en desestimar esa alternativa. Todos los opositores están interesados en que Maduro caiga; lo que algunos de ellos no quieren es que Capriles Radonski sobresalga como el líder que propició la salida de Maduro. Personalidades en torno a Voluntad Popular están complotando contra Capriles Radonski desde el extranjero”, asegura el catedrático.

Carrera contra el tiempo

“Según una encuesta de Datincorp, el 29 por ciento de los venezolanos que quiere un recorte del mandato de Maduro está a favor de conseguirlo a través de un referendo revocatorio; las otras opciones sólo tienen un respaldo de 13 o 14 por ciento. Creo que al final se va a imponer la propuesta del referendo; pero temo que, cuando se terminen de poner de acuerdo al respecto en la MUD, pueda ser demasiado tarde para consumarla. Reunir las millones de firmas ciudadanas necesarias para activar ese plebiscito toma tiempo”, agrega Mires.

“Ese es un riesgo”, apunta Mijares. “El problema es que, en este momento, no hay un sector de la oposición venezolana que por sí solo pueda generar cambios importantes. Los distintos grupos opositores están condenados a trabajar unidos y la única manera de mantenerse unidos es tolerando determinadas propuestas en lugar de descartarlas de antemano. Esta situación se va a mantener hasta que una de las facciones tenga una posición de liderazgo indiscutible”, acota el especialista del GIGA.

En la “hoja de ruta” en cuestión, exigir la dimisión de Maduro tiene prioridad. Con ese fin, la MUD convocó a sus seguidores a manifestar pacíficamente el próximo sábado (12.3.2016). También Maduro ha llamado a los simpatizantes del chavismo a tomar las calles para defender a la “Revolución Bolivariana”. “A Maduro –y sobre todo a Diosdado Cabello, el segundo “hombre fuerte” del chavismo– le interesa que haya enfrentamientos para justificar medidas como la suspensión de las elecciones regionales pautadas para finales de año”, lamenta Mires.

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