Un ataque armado perpetrado por padre e hijo dejó 15 personas fallecidas este domingo en Bondi Beach, una de las playas más concurridas de Sídney, en Australia.
El atentado ocurrió mientras cerca de mil personas participaban en una celebración de Janucá, festividad judía conocida como la Fiesta de las Luces.
La policía de Nueva Gales del Sur elevó este lunes el balance preliminar de víctimas, que inicialmente era de 11 muertos. Además, informó que 42 personas permanecen hospitalizadas, algunas de ellas en estado grave.
Según confirmaron las autoridades, los atacantes eran un hombre de 50 años y su hijo de 24. El mayor murió durante el tiroteo, mientras que el más joven fue reducido por la policía y permanece internado bajo custodia policial. El comisario Mal Lanyon indicó que no se busca a otros sospechosos vinculados al ataque.
La policía australiana calificó el tiroteo como un acto terrorista y señaló que en un vehículo vinculado al atacante fallecido se encontraron artefactos explosivos improvisados, los que están siendo analizados por equipos especializados.
Tras los disparos, se estableció una amplia zona de exclusión en los alrededores de la playa, mientras personal de emergencia asistía a decenas de heridos. Entre los lesionados se encuentran también dos funcionarios policiales, según informaron las autoridades.
Testigos relataron momentos de pánico durante el ataque. Camilo Díaz, estudiante chileno de 25 años que se encontraba en el lugar, señaló a AFP que “escuchamos los disparos. Fue impactante; se sintió como diez minutos seguidos de ‘bang, bang, bang’. Parecía un arma potente”.
Registros audiovisuales difundidos posteriormente muestran a decenas de personas huyendo del sector tras oír los disparos, así como el despliegue de ambulancias, patrullas policiales y helicópteros en la zona.
Albanese: “Ataque en Australia contra judíos-australianos”
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, condenó el atentado en un discurso televisado, afirmando que se trató de “un ataque dirigido contra los judíos australianos” durante una jornada que debía ser de celebración.
El mandatario calificó lo ocurrido como “un acto de maldad, antisemitismo y terrorismo que ha golpeado el corazón de nuestra nación” y anunció que las banderas del país ondearán a media asta en señal de duelo por las víctimas.
Asimismo, advirtió que el Gobierno está dispuesto a adoptar medidas adicionales para combatir el antisemitismo, incluyendo eventuales cambios legislativos una vez finalizada la investigación policial.
Desde la comunidad judía australiana, el codirector ejecutivo del Consejo Ejecutivo de la Judería Australiana, Alex Ryvchin, señaló que el ataque ocurrió durante un evento comunitario y afirmó que “si fuimos atacados deliberadamente de esta manera, es algo de una magnitud que ninguno de nosotros podría haber imaginado”.
Las autoridades continúan investigando los motivos del ataque, mientras se refuerza la seguridad en eventos comunitarios y lugares considerados sensibles en distintas ciudades del país.