Dos pasajeros resultaron gravemente heridos el pasado jueves 28 de agosto durante un vuelo de la aerolínea estadounidense SkyWest, luego de que la aeronave enfrentara una fuerte turbulencia que provocó una caída abrupta de 1.224 metros en menos de un minuto, según información de la Administración Federal de Aviación (FAA) y del rastreador FlightAware.
El vuelo 5971, que viajaba desde Aspen, Colorado, con destino a Houston, se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional Austin-Bergstrom tras 90 minutos de vuelo. Videos compartidos en redes sociales captaron el momento de pánico vivido por los pasajeros dentro de la cabina.
Antes de descender, el piloto se comunicó con el control de tráfico aéreo para informar sobre los heridos: “Necesitaremos una camilla”, se escucha en la grabación obtenida por LiveATC.net. Personal médico esperaba en la pista para atender a los pasajeros afectados de inmediato.
Las autoridades del Aeropuerto de Austin indicaron que evaluaron a 39 pasajeros y 4 tripulantes por posibles lesiones. Dos adultos fueron trasladados a hospitales locales como medida de precaución, mientras que el resto de los ocupantes recibió atención en la terminal.
"Alguien delante de mí golpeó el techo varias veces. un hombre adulto voló como un muñeco de trapo" señaló una de las pasajeras al medio Action news.
Otro pasajero declaró al mismo medio "Mi iPad y mi teléfono, ya sabes, están tres, cuatro o cinco filas más atrás (...) Miré hacia abajo y había un teléfono celular en mi regazo que no era mío, que vino volando. Supongo que voló y aterrizó en mi regazo" señaló graficando la intensidad de las turbulencias.
Qué provoca las turbulencias y por qué son peligrosas
Las turbulencias se producen cuando el avión experimenta cambios bruscos en su movimiento debido a variaciones en la velocidad, altitud o condiciones atmosféricas. Su origen suele estar vinculado al clima, como corrientes de aire, tormentas, ondas de montaña o jet streams, y también pueden generarse durante despegues y aterrizajes por construcciones cercanas a los aeropuertos que alteran la trayectoria del viento.
A pesar de la sensación de inestabilidad que generan, las turbulencias no representan un riesgo para la seguridad del vuelo. Los aviones se mantienen en el aire gracias a la acción equilibrada de las cuatro fuerzas que actúan sobre ellos: sustentación, peso, empuje y resistencia, lo que permite que la aeronave avance y se mantenga estable incluso frente a movimientos bruscos.
Sin embargo, estudios recientes han evidenciado un aumento significativo de las turbulencias en las últimas décadas, asociado al cambio climático. Entre 1979 y 2020, las rutas sobre el Atlántico Norte registraron un incremento del 55% en este tipo de fenómenos. Aunque no comprometen la seguridad, se espera que su frecuencia siga aumentando a medida que los patrones del flujo de aire y las condiciones atmosféricas continúen modificándose.
