AFP

Intransigente, Pekín espera este martes la decisión de una corte internacional de arbitraje sobre un diferendo con Filipinas en el mar de China Meridional, que podría poner en cuestión sus pretensiones de soberanía en esta importante vía marítima.

La Corte Permanente de Arbitraje (CPA) pronunciará este martes en La Haya su decisión sobre el contencioso, a raíz de una demanda presentada en 2013 por Manila, que considera que China viola con sus pretensiones la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (CNUDM).

Pekín reivindica la casi totalidad de ese mar rico en hidrocarburos, lo que ha valido un contencioso con sus vecinos Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi.

Desde hace meses, Pekín repite que esa corte no tiene competencia en el asunto, y que por tanto no reconocerá la sentencia.

"El arbitraje es inválido", titulaba en portada este martes el China Daily, un diario oficial, sobre una foto de Woody (Yongxing en chino), una isla del archipiélago de las Paracelso, controlado por Pekín y reivindicado por Vietnam.

Para apoyar sus reivindicaciones, China ha agrandado islotes o arrecifes y creado en ellos pistas de aterrizaje, puertos y otras instalaciones como por ejemplo faros.

Además la marina ha efectuado ejercicios militares entre el archipiélago de las Paracelso y la isla china de Hainan (sur).

Estados Unidos, aliado militar de Filipinas, envió por su lado buques de guerra a patrullar cerca del arrecife de Scarborough y en el archipiélago de las Spratleys, reivindicado por China.

Un medio oficial chino aseguró que Pekín "no dará ni un paso atrás" después de la sentencia de la corte de arbitraje, y el propio presidente Xi Jinping aseguró a comienzos de mes que su país no cederá en temas de soberanía.

"Nosotros no causamos problemas, pero tampoco les tenemos miedo", insistió el mandatario.

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