Un perro rottweiler mató a un bebé recién nacido en la localidad de Hamilton, en Nueva Zelanda. La madre lo habría dejado solo unos instantes para ir al baño, momento en que el animal cometió el ataque.
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Cuando la mujer regresó al lugar donde estaba su hijo, descubrió la dramática escena y quedó en un completo estado de shock. Gracias a la llegada de una vecina, quien se percató de lo sucedido, llevaron al bebé a urgencias.
Según publicó el diario británico Daily Mail, el recién nacido permaneció internado durante tres días, periodo en el que los médicos hicieron de todo para salvarlo. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, el pequeño murió.
Karen, una vecina de la familia afectada, fue una de las primeras en llegar al lugar luego del ataque y contó que el perro habría intentado enterrar el cuerpo del bebé, pues se encontraba cubierto de tierra.
El rottweiler, en tanto, fue trasladado a las instalaciones de control de animales del ayuntamiento de Hamilton, a la espera de que se tome una decisión respecto de su futuro.