Policías de la provincia de Buenos Aires, la más poblada de Argentina, organizaron este miércoles una huelga y manifestación callejera en demanda de mejores salarios, en medio de la pandemia del coronavirus.

Las protestas que comenzaron el lunes pasado llegaron, esta jornada, a la Residencia Presidencial de Olivos, donde varios agentes se manifiestan incluso rodeando el predio y tocando las bocinas de sus patrulleros.

"La protesta es justa y legal. Los salarios policiales no alcanzan para vivir", dijo un vocero de los huelguistas, Luis Tunil, al canal C5N.

La reacción del Presidente Alberto Fernández fue declarar en un acto público que "los problemas no se resuelven tocando sirenas dentro de los patrulleros".

Decenas de efectivos retirados y en actividad se manifestaron frente al Centro de Coordinación Estratégica de la fuerza, en una ruta de la periferia sur de la ciudad, portando carteles con sus reclamos, mientras hacían sonar bombos y sirenas, comprobaron periodistas de la AFP.

La policía provincial cuenta con unos 90.000 integrantes para garantizar la seguridad de unos 17 millones de habitantes del distrito, en un país de 44 millones, aunque las tareas tuvieron que ser redobladas por la vigilancia de las medidas sanitarias.

Argentina atraviesa por el peor momento de la pandemia, con más de medio millón de casos de COVID-19 y más de 10.000 muertos, aunque la tasa de letalidad todavía está entre las más bajas de la región.

"El jueves haremos anuncios de mejoras salariales y laborales que serán lo suficientemente amplias para que se terminen las protestas", dijo el jefe de gabinete bonaerense, Carlos Bianco, en declaraciones a radio La Red.

"El desencadenante del reclamo fue el anuncio de la inversión para seguridad y nada para salarios", dijo un delegado policial, Nicolás Masi, a la radio FutuRock.

Fernández anunció la semana pasada una inversión en pesos equivalente a 460 millones de dólares para reforzar la seguridad en la provincia, donde el delito creció un 30%, según cifras oficiales.

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