Francia, Alemania y Reino Unido consideraron el miércoles que el anuncio de Irán sobre el enriquecimiento de uranio hasta el 60% representa una "gran preocupación" y un paso "contrario al espíritu" de las negociaciones para salvar el acuerdo nuclear.

"Esto supone una gran preocupación, ya que la producción de uranio enriquecido a altos niveles representa una etapa importante para la producción de un arma nuclear", lo que resulta "contrario al espíritu constructivo y la buena fe de estas negociaciones", declararon los portavoces de los ministerios de Relaciones Exteriores de los tres países, que firmaron el acuerdo nuclear de 2015.

París, Berlín y Londres advirtieron además contra "cualquier escalada de cualquier actor" en la crisis nuclear iraní, tras un incidente en la planta de Natanz en el centro de Irán, cuya responsabilidad Teherán atribuyó a Israel.

El presidente de Irán, Hasan Rohani, dijo el miércoles que su decisión de aumentar al 60% el enriquecimiento de uranio es una respuesta al "terrorismo nuclear" de Israel contra su planta de Natanz.

El anuncio de Irán el martes de intensificar el enriquecimiento complica las conversaciones en curso en Viena destinadas a salvar el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las potencias mundiales y que el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, abandonó hace tres años.

La decisión de Irán le acercará al umbral del 90% de enriquecimiento que permite un uso militar y acortara el tiempo para construir una bomba atómica, un objetivo que la república islámica siempre negó.

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