El presidente Alberto Fernández afirmó este miércoles que Argentina "no se va a arrodillar" ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y condicionó un acuerdo con el organismo multilateral para renegociar una deuda de 44.000 millones de dólares a que "no ponga en riesgo el futuro de los argentinos".

"Si todavía no cerramos un acuerdo (con el FMI) es porque no nos vamos a arrodillar, porque vamos a negociar hasta que nuestro pueblo no vea en riesgo su futuro por pagar una deuda", lanzó en un acto de homenaje al expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), al cumplirse 11 años de su muerte.

Único orador en un estadio colmado de militantes en la ciudad de Morón, en la periferia de Buenos Aires, Fernández evocó a Kirchner, quien tras asumir en una Argentina en default, renegoció una deuda de casi 100.000 millones de dólares con acreedores privados y saldó en 2006 en un pago una deuda de 9.800 millones de dólares con el FMI, al que Argentina volvió a acudir en 2018.

El presidente, que tiene previsto reunirse con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, durante el fin de semana en Roma en ocasión de la Cumbre del G20, insistió en que "nosotros no vamos a hacer un acuerdo que postergue más a los argentinos que han quedado postergados".

"Voy a confrontar todo lo que sea necesario y voy a cerrar (un acuerdo) con el Fondo el día que sepa que eso no condiciona el futuro de la Argentina", advirtió el mandatario.

En el acto, Fernández reclamó al FMI que "se haga responsable del daño que hizo" al otorgar en 2018 al gobierno del exmandatario Mauricio Macri (2015-2019) un crédito por 57.000 millones de dólares, una cifra récord para el organizmo, del que Argentina recibió 44.000 millones de dólares. 

Al asumir en diciembre de 2019, Fernández renunció a los desembolsos pendientes.

"Quisiera que los diarios (críticos) de la Argentina, en vez de pedirme a mí que apure un acuerdo con el Fondo, de cualquier modo, le digan al Fondo que se haga responsable del daño que hizo dándole a la Argentina una deuda que no se podía pagar", advirtió.

Argentina, que comienza a tener señales de recuperación luego de más de tres años de recesión agravada por la pandemia, busca reemplazar el acuerdo stand-by de 2018 por otro acuerdo de facilidades extendidas.

El país sudamericano debería pagar al organismo multilateral, entre capital e intereses, unos 19.341 millones de dólares en 2022, 19.589 millones en 2023 y 4.936 millones en 2024, según estimaciones del Ministerio de Economía.

El 14 de noviembre se celebran en Argentina elecciones parlamentarias de medio término, claves para el gobierno de Fernández que aspira a recuperarse de una dura derrota sufrida en las primarias de septiembre pasado.

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