Tras la muerte del papa Francisco a los 88 años, el mundo católico se encuentra expectante ante la elección del nuevo representante de Dios en la Tierra. Sin embargo, la identidad del próximo pontífice no se conocerá hasta que los 138 cardenales se reúnan en cónclave para llevar a cabo la tradicional votación que culmina con la esperada fumata blanca.
Mientras tanto, varios nombres comienzan a resonar como posibles sucesores de Francisco, y entre ellos destaca el del cardenal Robert Sarah, una figura polémica dentro de la Iglesia por sus posturas ultraconservadoras.
Robert Sarah, nacido en Guinea en 1945, es considerado uno de los principales exponentes de la corriente más tradicionalista de la Iglesia Católica, especialmente en África. Nombrado cardenal por Benedicto XVI, Sarah ha ocupado cargos de alto perfil, como la presidencia del Pontificio Consejo Cor Unum y la prefectura de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cargo que mantuvo hasta su retiro en 2021.
Un cardenal crítico del progresismo del papa Francisco
Su perfil se asocia estrechamente a la ortodoxia católica: defensor del celibato sacerdotal tradicional, promotor de la misa en latín de espaldas a los fieles, y firme opositor al aborto, la eutanasia, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la ideología de género.
Las declaraciones de Sarah no han estado exentas de controversia. Ha calificado la ideología de género como "satánica" y se mostró públicamente en desacuerdo con el documento Fiducia Supplicans, impulsado por el papa Francisco, que permitía la bendición de parejas homosexuales.
Además, su postura sobre la migración también ha generado debate. En 2019, Sarah afirmó que "la Iglesia no puede colaborar en esta nueva forma de esclavitud que representa la inmigración de masas" y advirtió sobre el avance del islam en Europa, señalando que "Europa será invadida por el islam si no vuelve a Dios".
Con este perfil conservador, Robert Sarah se perfila como una opción para aquellos sectores que buscan un regreso a los valores tradicionales de la Iglesia, tras los años de reformas y apertura impulsados por Francisco.
Se estima que en la primera semana de mayo, se dará inicio al cónclave, el hermético rito, en que cardenales de todo el mundo, eligen al próximo hombre que se sentará en la Silla de San Pedro.
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