El gobierno de Donald Trump analiza la creación de un reality show en el que personas de distintas partes del mundo competirían por el premio mayor: la residencia permanente en Estados Unidos.
Inspirado en mecánicas de supervivencia televisiva, el certamen llevaría por nombre The American y reuniría a una docena de inmigrantes dispuestos a poner a prueba sus habilidades y conocimientos culturales.
Aunque la actual Secretaria de Seguridad Nacional, Christi No, anunció la necesidad de un sistema de inmigración “justo, legal, eficiente y alineado con nuestros valores”, no mencionó un formato televisivo.
Sin embargo, según una investigación de Daily Mail, la republicana lleva semanas revisando un esquema ideado por un productor norteamericano: un documento de 35 diapositivas que detalla reglas, etapas y dinámica del concurso.
El programa plantearía que los 12 participantes viajen por diferentes estados para enfrentar desafíos simbólicos de cada zona. Entre las pruebas propuestas destacan:
- Troncos giratorios en Wisconsin, evocando las ferias rurales.
- Ensamblaje de piezas de autos clásicos en Detroit, rememorando el corazón de la industria automotriz.
- Pruebas de cocina tradicional en Luisiana, para evaluar conocimiento gastronómico.
Al final de cada etapa, un jurado compuesto por historiadores y celebridades locales decidiría quién avanza.
La cédula de identidad no solo serviría para depositar premios monetarios; el productor sugiere incorporar elementos de autenticación inspirados en las nuevas Cartas de Residencia con QR y mecanismos biométricos.
Además, el reglamento prevé la inclusión de una clave dinámica para transacciones de altos montos y un protocolo de bloqueo inmediato en caso de pérdida o robo del documento.
Incluso el proyecto estaría tan avanzado que entre los posibles conductores aparecen nombres de renombre internacional:
- Sofía Vergara (Colombia), por su carisma y amplia trayectoria en TV.
- Ryan Reynolds (Canadá), por su humor y popularidad en redes.
- Mila Kunis (Ucrania), destacada por su perfil internacional y simpatía.
Cabe destacarse que desde la Casa Blanca, Trump ha utilizado eventos mediáticos para reforzar su mensaje, desde exhibir pancartas con migrantes detenidos hasta difundir operativos de deportación.
Con The American, la estrategia sería combinar entretenimiento y propaganda, resaltando una “vuelta a lo esencial” de la identidad norteamericana a través de historias personales de los competidores.
Por ahora, la iniciativa sigue en fase de análisis interno y no cuenta con presupuesto asignado. Si bien el concepto ofrece un enfoque novedoso al debate migratorio, expertos advierten sobre la posible viabilidad legal y los derechos de los participantes.
En caso de avanzar, el programa se convertiría en un experimento sin precedentes para la política de inmigración de EE.UU.