El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo estadounidense, John Kerry, volvieron este viernes a reunirse en los márgenes de la Asamblea General de la ONU para tratar de mantener a flote los acuerdos que alcanzaron el pasado día 10 en Ginebra. El ambiente entre las dos potencias, sin embargo, se ha enrarecido en los últimos días con el bombardeo de EE. UU. a tropas sirias, atribuido a un error, y el ataque contra un convoy humanitario el pasado lunes, cuya autoría no está clara.

Investigación "imparcial y sin prejuicios"

El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, volvió a exigir ante la Asamblea de la ONU en Nueva York una investigación "imparcial y sin prejuicios" del ataque al convoy así como de un ataque aéreo estadounidense ocurrido unos días antes en el que murieron decenas de soldados sirios. Washington responsabiliza a Moscú del ataque contra el convoy pero Rusia lo niega.

Es "esencial" que no salten por los aires los acuerdos alcanzados entre Estados Unidos y Rusia sobre Siria, dijo Lavrov. "Pero hay bastantes personas a las que les gustaría sabotearlos", señaló. Sin embargo, no hay alternativa: "Es hora de aprender nuestras lecciones y evitar una catástrofe en Siria".

Lavrov coincidió hoy con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en el marco de un encuentro del Cuarteto para Cercano Oriente en Nueva York. Ambos volvieron a hablar sobre los pasos a dar en Siria en un "debate constructivo", pero no hubo encuentro formal ni tampoco propuestas.

Grandes gestos

Para volver al cese de hostilidades, EE. UU. ha exigido un "gran gesto" que cambie las cosas sobre el terreno y que, a su juicio, debe consistir en que los aviones sirios dejen de volar sobre áreas clave bajo control de la oposición para asegurar el fin de los bombardeos.

Lavrov dejó claro que Rusia no está por la labor de aceptar esa demanda y puso su propia condición: antes que nada debe "separarse" a los combatientes de grupos como el Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra de otros grupos opositores. "Todos estamos a favor de un alto el fuego, pero sin separación de la oposición de Al Nusra no tiene sentido", insistió en una rueda de prensa posterior.

Influencia sobre Al Assad

Las conversaciones de los negociadores continuarán en los próximos días para debatir sobre todo si Rusia y el Ejército sirio están dispuestos a renunciar a los ataques aéreos en zonas específicas del país que no están en manos de fuerzas islamistas.

El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, pidió a Rusia que utilice su influencia sobre Al Assad para imponer un alto el fuego, dijo durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU. "La aviación de Al Assad debe frenar sus ataques. Moscú tiene también ahí una responsabilidad", señaló. "Si no lo conseguimos veremos cómo todos los esfuerzos por lograr una solución política se hunden en la lluvia de bombas".

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