Rusia anunció que ya tiene desarrollada y probada la nueva vacuna para combatir la pandemia del coronavirus.

Un fármaco que, según el mismo Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ya ha dado resultados significativos. Y para anunciar su creación, dio a conocer su nombre, el cual llamó aún más la atención.

La autoridad rusa manifestó que la vacuna fue bautizada como "Sputnik V". Nombre que inmediatamente nos hace retroceder hasta fines de los años 50, donde los rusos pusieron en órbita el primer satélite artificial.

"Esta mañana, por primera vez en el mundo, se ha registrado una vacuna contra el nuevo coronavirus", dijo Putin. "Sé que es bastante eficaz, que otorga una inmunidad duradera", aseveró.

OMS pide cautela

Declaraciones optimistas por parte del mandatario ruso, las cuales contrastan con la postura de la Organización Mundial de la Salud respecto al tema. La OMS ha mostrado su preocupación ante los tiempos de elaboración y estudio de las vacunas.

OMS alerta sobre vacuna rusa contra el COVID-19: debe ser revisada antes de su uso

 

La OMS llama a la calma y remarcaron la importancia en respetar las "líneas directrices y directivas claras" en materia de desarrollo de este producto.

¿Por qué se llama Sputnik V?

El nombre de esta vacuna tiene directa relación con la carrera espacial que hubo en plena Guerra Fría entre Rusia y Estados Unidos, ya que el Sputnik 1 de 1957 fue el primer satélite artificial de la historia. Sputnik, que significa simplemente satélite, dio paso a otras tres misiones espaciales no tripuladas.

Luego vino el Sputnik 2, el cual llevó a bordo a la famosa perrita Laika, convirtiéndose en el primer animal en ser puesto en órbita. Así le siguieron las misiones Sputnik 3 y 4, los cuales no tuvieron el éxito de sus antecesores.

De esta manera Sputnik V o Sputnik 5 promete luchar con el coronavius, manteniendo la expectación en esta especie de "carrera biológica" que llevan a cabo distintos países para dar con una cura para el COVID-19.

Una carrera que, considerando las proporciones, se asemeja a la disputa espacial que instaló al Sputnik como el primer satélite artificial de la historia humana, superando los programas de la NASA.

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