El saldo de los atentados con bomba cerca de un colegio para niñas en un barrio de Kabul, poblado sobre todo por chiitas hazaras, se eleva a 50 muertos, anunció este domingo el ministerio del Interior afgano.

El portavoz del ministerio, Tareq Arian, dijo a la prensa que un coche bomba estalló el sábado delante del colegio Sayed Al Shuhada y otras dos bombas explotaron cuando los estudiantes, presas de pánico, salieron corriendo al exterior.

Añadió que más de un centenar de personas resultaron heridas y que la mayoría de las víctimas son alumnas.

El ataque no ha sido reivindicado, pero el presidente afgano, Ashraf Ghani, ha acusado a los talibanes.

"Los talibanes están detrás de estos ataques. Ya han cometido ataques similares contra establecimientos escolares en el pasado", declaró Arian.

Los talibanes niegan estar implicados.

Las explosiones se produjeron en el barrio hazara de Dasht-e-Barchi, en el oeste de la capital afgana, poblado principalmente por chiitas hazara, que suelen ser el blanco de grupos islamistas sunitas.

En esos momentos muchos habitantes realizaban compras para la festividad musulmana de Aíd al Fitr, que marcará el final del mes de ayuno del ramadán la próxima semana.

Entre tanto el ejército estadounidense sigue retirando a sus últimos 2.500 soldados de Afganistán, un país desgarrado por 20 años de conflicto.

La explosión se produjo al día siguiente de que Estados Unidos y países europeos pidieran la reanudación "inmediata" y "sin condiciones previas" de las negociaciones en Afganistán. Acusan a los talibanes de actos de violencia durante la retirada de las fuerzas extranjeras y de bloquear el proceso de paz.

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