Veintinueve presos, 24 de ellos de la organización yihadista Estado Islámico (EI), y tres guardias murieron el domingo por la noche en un motín en una cárcel cerca de la capital tayika de Dusambé, anunciaron las autoridades.

"Veinticuatro miembros de Estado Islámico murieron. Los islamistas mataron a tres guardianes", informó el ministerio de Justicia de este país de Asia Central en un comunicado, precisando que otros cinco presos fueron asesinados por los yihadistas.

El motín empezó el domingo por la noche en este centro penitenciario de Vajdat, una localidad situada a 17 kilómetros de la capital Dusambé, donde están encarcelados 1.500 presos.

Según el comunicado, los prisioneros asesinaron a tres guardias con un cuchillo y luego, para "intimidar" al resto de los presos, mataron a cinco de ellos. Después tomaron como rehenes a otros presos antes de incendiar las instalaciones médicas de la cárcel y "atacar al personal del centro para intentar escaparse".

Tras la intervención de las fuerzas de seguridad, "24 miembros de este grupo murieron y 35 fueron detenidos. Los rehenes fueron liberados", señaló el comunicado, en el que se precisó que la operación había terminado y que la situación en la cárcel se encontraba bajo control.

Las autoridades tayikas identificaron entre los autores del motín a Bejruz Gulmudov, de 20 años, hijo de un exjefe de las fuerzas especiales tayikas que era uno de los dirigentes del Estado Islámico (EI) en Siria, donde murió en septiembre de 2017.

Bejruz Gulmudov fue condenado en julio de 2017 a 10 años de prisión tras haber intentado unirse a las filas del EI en Siria

En noviembre de 2008, al menos 26 personas murieron durante un motín en una cárcel en Juyand, la segunda ciudad más poblada de Tayikistán con 700.000 habitantes. Un "exmiembro" del EI empezó esta revuelta para conseguir una evasión masiva de prisioneros.

Tayikistán, un país laico cuya mayoría de la población es de confesión musulmán sunita, tiene como una de sus prioridades la lucha contra el integrismo religioso. 

Las autoridades de este país fronterizo con Afganistán consideran que unos mil tayikos se unieron a las filas de grupos yihadistas en Siria e Irak.

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