Greta Thunberg levó las anclas y echó a navegar desde Plymouth, en el suroeste de Inglaterra, hacia Nueva York.

La joven activista de 16 años inicia su periplo a bordo de un bote con las condiciones más básicas y mínimas.

Viajará emitiendo la menor cantidad posible de emisiones de CO2 para concienciar sobre lo que ella considera una "dañina repercusión medioambiental" por parte de los viajes en avión.

En el Malizia II, nombre de la embarcación, no hay duchas, cocinas o privacidad para necesidades básicas o el aseo.

El viaje comenzó en Reino Unido y acabará en unas dos semanas en Estados Unidos, donde Thunberg participará en una cumbre de Naciones Unidas sobre los riesgos del deterioro climático.

La niña alcanzó reconocimiento internacional tras impulsar un movimiento global de huelgas escolares como protesta contra la falta de acción de los líderes mundiales para frenar el cambio climático.

Desde entonces, ha hablado ante el Parlamento británico, ante el Foro Económico Mundial en Davos y con el Papa Francisco, entre otros.

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