Los árboles tienen memoria y transmiten su conocimiento de vida a sus hijos y las nuevas generaciones, señaló un estudio reciente.

Fue un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo los que observaron por debajo de la tierra esta habilidad milenaria, con la que los árboles le enseñan a sus hijos a sobrevivir condiciones climáticas adversas.

El análisis indica que estos seres vivos no solo se adaptan al medio, sino que también almacenan sus recuerdos y experiencias de vida. 

“Con nuestro trabajo hemos demostrado por primera vez cómo este mecanismo, denominado splicing alternativo, se mantiene para un pequeño número de genes una vez que cesa el estrés. Esta es una de las bases de la memoria de las plantas”, sostuvo Víctor Fernández Roces, investigador del área de Fisiología Vegetal de la Universidad de Oviedo. 

Según explican desde National Geographic, los árboles no pueden arrancar de sus amenazas como sus parásitos, o cambios de temperatura (calor o frío), por lo que el descubrimiento sería de especial relevancia.

Se plantea la hipótesis de que los árboles son un ejemplo de resiliencia y adaptación, por lo que son seres claves en el escenario de cambio climático.

“Son una pieza clave para mejorar su gestión y sostenibilidad en el actual contexto de cambio climático”, afirmó Mónica Meijón, profesora titular de Fisiología Vegetal de la Universidad de Oviedo.

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