Un agricultor deberá pagar más de 61 mil dólares –casi 50 millones de pesos– por incumplimiento de contrato en Canadá. ¿La razón? Un juez determinó que el uso del emoji con el pulgar hacia arriba era válido para firmar un acuerdo de manera digital.

En 2021 Kent Mickleborough quería comprar 86 toneladas de lino, para lo cual llegó a un acuerdo con Chris Achter, el dueño de una empresa proveedora de granos.

Según exponen diversos medios internacionales, entre ellos el británico The Guardian, tras acordar el precio de la venta, el comprador le envió un contrato por WhatsApp a Achter para que éste lo firmara. Su respuesta fue el mencionado emoji.

Pensando que estaba aprobado, Mickleborough esperaba el lino en la fecha acordada, pero nunca llegó. De esta manera, decidió llevar el caso a tribunales, donde el acusado se defendió argumentando que respondió con el emoji sólo para confirmar que había recibido el contrato.

Pero el tribunal canadiense de King’s Bench no lo vio así y concluyó que dicho emoji se emplea para expresar aprobación en las comunicaciones digitales.

Además, el tribunal estableció que ya existía una relación laboral previa, desde 2020, donde ambas partes habían hecho negocios.

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