El tribunal Superior de Nueva Zelanda autorizó a los médicos operar "sin más demora" a un bebé de cuatro meses, quien sufre problemas cardíacos, a pesar de que sus padres rechazan las transfusiones de sangre de donantes vacunados contra el COVID-19.

El fallo señala que la justicia asume la tutela parcial del bebé entre este miércoles y el 31 de enero de 2023 -con el objetivo de someter al menor a la operación y brindarle tratamientos posoperatorios- y le pide a los doctores que decidan sobre la transfusión de sangre necesaria durante la intervención quirúrgica.

El magistrado Ian Gault autorizó a los facultativos el uso durante la operación del plasma recolectado por NZ Blood, el organismo que gestiona las donaciones de sangre en el país, al considerar que responde al mejor interés del pequeño, informa la cadena pública TVNZ.

Este organismo especifica en su portal de internet que durante la recolección no pide a las personas indicar si están vacunadoscontra el coronavirus y que no existen pruebas de que la sangre de personas vacunadas suponga un riesgo añadido.

Algo a lo que los padres se habían negado, a pesar de reconocer la urgencia de la operación, y habían propuesto su propia lista de donantes de sangre entre personas que no han sido vacunadas contra el COVID-19.

La decisión del juez del Tribunal Superior de la ciudad de Auckland remarcó que los médicos del departamento público de Salud (Te Whatu ora) deben mantener informados a los padres, quienes seguirán siendo los tutores del menor para el resto de propósitos, "en todo momento de la naturaleza y el progreso" del tratamiento médico y de la condición del menor.

Los médicos podrían operar al menor, quien sufre el estrechamiento de una válvula del corazón, en un rango de 48 horas desde el visto bueno, lo que resta margen de maniobra a los progenitores para apelar la decisión.

El tribunal escuchó la víspera la posición de los padres y del departamento de Salud, que solicitó el 28 de noviembre la tutela del bebé al ampararse en la Ley de Cuidado del Menor con el fin de que sea operado con urgencia.

El abogado del Te Whatu Ora, Paul White, remarcó el martes que los cardiólogos del bebé han advertido que el paciente está sufriendo daños debido al retraso de la operación por la acumulación de sangre en la válvula dañada e insistió en que la prioridad era el bienestar y la salud del menor.

El país oceánico, que aplicó férreas restricciones dentro de sus fronteras para combatir la crisis sanitaria y registra altas tasas de vacunación, cuenta con un numeroso movimiento antivacunas, que entre febrero y marzo de este año llegó a acampar frente al Parlamento hasta que fueron desalojados por la Policía.

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