"China llamó la pasada noche a nuestros responsable comerciales y pidieron volver a la mesa... Es un acontecimiento muy positivo para todo el mundo", recalcó el presidente estadounidense, Donald Trump, en Biarritz, donde termina este lunes la cumbre del G7.

Además, manifestó su "gran respeto" por el presidente chino, Xi Jinping, por dar este paso y señalar que "quieren un acuerdo" que ponga fin a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que dura ya año y medio. Pasos como este muestran "por qué Xi es un gran líder", ya que "comprende cómo funcionan las cosas".

Trump, en un tono muy positivo, recalcó que "empezaremos muy pronto" las conversaciones con Pekín y "veremos qué pasa", pero insistió en que "ellos quieren logran un acuerdo", algo que consideró "muy importante".

La última escalada

Este anuncio llega después de que el pasado viernes Donald Trump escaló dos nuevos peldaños en la guerra comercial con China, después de que Pekín anunció unos aranceles de represalia contra Estados Unidos.

Ese día, Trump anunció que aumentaría dos rondas de aranceles anunciadas previamente y que aún no han entrado en vigor, y además avanzó que podría invocar la Ley de Emergencia Nacional para ordenar a las empresas estadounidenses que operan en China que abandonen sus actividades en ese país.

"Demasiado pronto” para hablar con Irán

Por otra parte, Trump declaró que era "demasiado pronto" para reunirse con el canciller iraní, quien visitó por sorpresa la cumbre del G7 este fin de semana, pero insistió en que Washington no estaba buscando un cambio de régimen en Irán.

"Creo que es demasiado pronto para reunirse", dijo Trump, destacando que sabía de la visita del ministro de Exteriores Mohamad Javad Zarif y que había aprobado el encuentro del presidente francés Emmanuel Macron con el iraní. "No estamos buscando un cambio de régimen" en Irán, aseveró.

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