Por AFP/T13

Con una frase, Donald Trump modificó la postura que por más de dos décadas ha mantenido Estados Unidos respecto del conflicto entre palestinos e israelíes.

"Estoy esperando una solución de uno o dos Estados. Me gusta la que le guste a las dos partes. Puedo vivir con cualquier de ellas", dijo el Presidente de Estados Unidos en la conferencia de prensa posterior a su encuentro con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

De esta forma, el mandatorio dejó en claro que la formación de un Estado palestino no es la única vía para finalizar con la pugna existente, marcando una notable diferencia con la postura de la mayoría de la comunidad internacional y la que había respaldado Estados Unidos desde el primer gobierno de Bill Clinton (1992-1996) en adelante.

Para Trump, la solución debe surgir del diálogo entre Palestina e Israel, si acaso prefieren dos Estados separados o uno.

"Por mucho tiempo pensé que la solución de dos Estados era la más fácil. Pero, honestamente, si Israel y los palestinos están felices, yo estoy feliz con lo que ellos prefieran", insistió.

El presidente, además, manifestó que los palestinos deben "deshacerse un poco del odio que enseñan desde tierna edad. Ellos enseñan mucho odio. Es algo que yo he visto".

Mientras tanto, a Israel le pidió "más contención con los asentamientos. Vamos a buscar alguna salida, porque me gustaría que lleguemos a un acuerdo (...) Van a tener que mostrar que realmente quieren un acuerdo de paz".

Trump también criticó a la ONU por considerar que trató de "forma muy, muy injusta" cuando el Consejo de Seguridad aprobó a finales de diciembre una resolución que condenó los asentamientos israelíes.

Las palabras del presidente estadounidense era anticipadas por la comunidad palestina, que en la previa a la reunión de hoy había calificado la determinación como "carente de sentido", como expuso la dirigente Hanan Ashrawi, y que favorece a los intereses de Israel.

Miembro del comité ejecutivo de la Organización de Liberación de Palestina (OLP), Ashrawi consideró que "administración estadounidense está tratando de satisfacer a la coalición extremista de Netanyahu".

Estimó que Estados Unidos "no puede" dejar de lado la solución de dos estados "sin (proponer una) alternativa", que ello "no es una política responsable y no sirve a la causa de la paz".

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