Un  ciudadano estadounidense fue el responsable de dar muerte a Cecil, el león más querido del parque nacional de Hwange (Zimbabue).  Se trata de Walter James Palmer, un dentista que trabaja en una clínica en Bloomington (Minneapolis). 

El caso de Cecil causó conmoción, por la brutalidad con que se efectúo su muerte. El león que tenía un contacto amistoso con los humanos, fue atraído por un cebo para que saliera del parque, donde el cazador, le disparó una flecha que lo dejó agonizando por 40 horas. 

Luego, una vez cerca de Cecil, los cazadores se dieron cuenta que llevaba un collar con un GPS de la organización conservacionista Hwange Lion Research, puesto que el león era parte de un estudio  e intentaron arrancárselo sin éxito. 

Cecil fue despellejado y decapitado, “no sabemos dónde está su cabeza”, explica Johnny Rodrigues al diario El País, quien es el responsable del equipo de Conservación de Zimbabue (ZCTF), un organismo que combate la caza ilegal en la zona.

Como señala Rodrigues la casa de Cecil fue ilegal, y el dentista habría pagado 50.000 dólares (33 millones de pesos) para abatir al león. 

El encargado de ZCFT también explica que la muerte del león es lamentable, puesto que todos sus cachorros ahora corren el riesgo de morir cuando llegue el siguiente león en jerarquía que "muy probablemente matará a todos los cachorros de Cecil para introducir su linaje entre las hembras". 

Con respecto a los responsables de la muerte de Cecil, dos de los hombres que fueron parte del Safari  y que ayudaron al dentista, enfrentarán cargos en la corte de Zimbabue este miércoles.  Y si son declarados culpables, podrían tener hasta 15 años de prisión.

Como informa el diario español El Mundo, se desconoce el destino de Walter Palmer, aunque en el pasado ya tuvo problemas con la justicia por la caza ilegal. En el año 2008 fue condenado a una multa, y a un año bajo vigilancia por matar a un oso negro en un área natural de EE.UU. sin tener licencia para ello.

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