AFP y T13.cl 

"Un año después, el asesino aún corre" es el título con que se encabezará la edición en memoria del atentado que sufrió el semanario Charlie Hedbo en Francia. En él se ve el dibujo de un hombre barbudo que representa a dios, portando un fusil Kalashnikov y el hábito ensangrentado.  

El número tendrá un tiraje de casi un millón de ejemplares, de los cuales varias decenas de miles viajarán al extranjero, a países desde los que se realizaron reservas. 

El mismo contará con un cuaderno de caricaturas de los desaparecidos -Charb, Honoré, Cabu, Wolinski, Tignous, los dibujantes asesinados el 7 de enero por dos yihadistas-, así como otras de los dibujantes actuales y mensajes de apoyo de numerosas personalidades. Doce personas murieron en aquel atentado.

El dibujante Riss, actual director del semanario, gravemente herido durante el ataque, firma un editorial con una furibunda defensa de la laicidad, así como denuncia a los "fanáticos alienados por el Corán" y "devotos de otras religiones" que querían la muerte de la publicación por "osar reírse de lo religioso".

"Las convicciones de los ateos y de los laicos pueden mover más montañas que la fe de los creyentes", dice.

"En 2006, cuando Charlie Hebdo publicó las caricaturas de Mahoma, nadie pensaba seriamente que algún día esto finalizaría en violencia (...) Veíamos a Francia como una isla laica, donde era posible cachondear, dibujar, burlarse, sin preocuparse por los dogmas, por los iluminados", escribe Riss.

Actualmente, el semanario tiene tiradas de unos 100.000 ejemplares en quioscos, de los cuales 10.000 se distribuyen en el ámbito internacional, a los que se añaden los que llegan a unos 183.000 abonados. Antes del atentado, Charlie Hebdo, que sufría gandes dificultades financieras para mantenerse, vendía apenas una media de 30.000 ejemplares por semana.

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