Por José Arturo Cárdenas (France Presse)/La Paz

La supuesta existencia de un hijo del presidente boliviano, Evo Morales, con Gabriela Zapata (en la foto de arriba), una joven ejecutiva actualmente detenida por enriquecimiento ilícito, se convirtió en un problema de Estado, que pone en entredicho la honestidad del gobernante.

Aunque en los últimos días Morales aseguró que el hijo producto de esa relación había muerto, la tía de Zapata aseguró el último sábado que el menor vivía. "Pido a la familia de Gabriela Zapata que me lo traigan, estoy esperando, quiero recogerlo, si me permiten. Tengo derecho a verlo, a conocerlo y a cuidarlo", dijo el presidente, quien se mostró engañado.

El caso, que acapara la atención popular, comenzó a principios de febrero, cuando el periodista boliviano Carlos Valverde reveló que el gobernante tuvo una relación hace unos 10 años con Zapata, con la que tuvo un hijo. Dijo además que Zapata era gerente comercial de la empresa china CAMC, a la que el gobierno del propio Morales le adjudicó contratos por unos 560 millones de dólares.

El presidente reconoció la relación, pero aseguró que esta terminó luego de que el hijo falleciera. Incluso mencionó que no había visto a Zapata desde entonces, pero luego en las redes sociales se difundió una fotografía de ambos en 2015. Morales admitió la imagen, pero explicó que en ese momento no había reconocido a Zapata de inmediato.

El incidente se produjo semanas antes de un crucial referendo del 21 de febrero, en el que el mandatario buscaba luz verde para presentarse a un cuarto mandato consecutivo (2020-2025). Morales perdió y atribuyó la derrota a la guerra sucia que se desató con este tema en las redes sociales.

Una telenovela por capítulos

El último viernes el gobierno detuvo a Zapata, tras acusaciones del Ministerio de Transparencia de enriquecimiento ilícito y legitimación de ganancias ilícitas.

Luego de la detención habló la tía de Gabriela y reveló que el hijo de su sobrina con el presidente estaba vivo. "Conozco que ese niño no ha muerto, ha nacido, lo he tenido en mis brazos", dijo Pilar Guzmán. La explosiva confesión ponía nuevamente otra duda: ¿mintió el presidente?

"Estamos en un momento muy delicado en que la gente ya no está juzgando al gobernante, sino al ser humano, quien pareciera capaz de hacer cualquier cosa para quedarse en el poder", dijo a la AFP el sociólogo y analista Iván Arias.

"Creo que esto es mucho más que un culebrón, porque esto está tocando al ser humano", agregó en referencia al mandatario.

Morales, soltero, tiene actualmente dos hijos, mujer y hombre. La mayor es Evaliz, de 23 años, a quienes sus simpatizantes consideran como su sucesora. Respecto del tercer hijo, el presidente insistía en la versión que le dio la madre: el menor murió poco después de nacer, cuando la pareja empezaba a separarse, en 2007.

"Evidentemente hubo una divergencia sobre el fallecimiento del bebé. Yo creí en las palabras y en la información de la madre de mi hijo (...), no creo que falsamente me haya dicho que ha muerto el bebé", dijo Morales y aseguró que, si el menor no aparece, las autoridades judiciales deben investigar.

Según Guzmán, tía de Gabriela, su sobrina fue "robada a  los 17 años de una "casa de familia". En tanto, una prima de la detenida aseguró a la prensa que "toda la familia está amenazada".

Favoreció a Gabriela 

Para el gobierno, todo este caso es un complot opositor. "Ahora su preocupación (de los opositores) es el niño, hipocresía total. Estamos aquí demostrando toda una articulación política para atacar al presidente utilizando el tema de la señora Zapata", dijo el lunes el vicepresidente Álvaro García.

La oposición boliviana acusa a Morales de favorecer a Zapata y asegura que la relación persistió por lo menos hasta 2015, aunque el gobernante asegura que terminó poco después de la presunta muerte del niño. Para algunos analistas, con la detención de su expareja, Morales busca limpiar su imagen.

Una comisión bicameral del Congreso investiga los contratos de CAMC y los opositores pretenden convocar a declarar a Morales y a Zapata, detenida en un penal de La Paz, mientras que dos funcionarios del Ministerio de la Presidencia, brazo derecho de Morales, fueron detenidos por vínculos con Zapata. Entretanto, el proceso contra la mujer está en sus primeros pasos.

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