Al menos 16 migrantes murieron en el mar Egeo el viernes en el naufragio de la embarcación que los transportaba, horas después de otro incidente similar en el que fallecieron otras 11 personas, indicaron los guardacostas griegos.

Según la  agencia de noticias de Atenas, los guardacostas señalaron que encontraron los cuerpos de 12 hombres, 3 mujeres y un bebé y rescataron a 63 personas de un barco que había volcado y se había hundido cerca de la isla de Paros con unas 80 personas a bordo.

Esta última tragedia --la tercera desde el miércoles-- se produce en un momento de actividad de traficantes en aguas griegas inusualmente alta, un nivel que no se había visto en meses.

El viernes por la mañana se había completado un operativo para rescatar a 90 migrantes que habían quedado bloqueados en un islote al norte de la isla griega de Anticitera después de que el bote en que viajaban se chocara con este: entre los supervivientes había 52 hombres, 11 mujeres y 27 niños. En la operación los guardacostas recuperaron 11 cadáveres.

Y el miércoles, un bote que transportaba a migrantes se hundió frente a la isla de Folegandros, muriendo al menos tres personas. Trece fueron rescatadas, pero docenas (entre 32 y 50, según los supervivientes) permanecen desaparecidas, indicaron las autoridades a la AFP.

La agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, aseguró que el accidente de Folegandros ha sido el peor en el mar Egeo este año. "Este naufragio es un doloroso recordatorio de que la gente continúa embarcándose en peligrosos viajes en busca de seguridad", dijo Adriano Silvestri, representante asistente del ACNUR en Grecia. 

El viernes temprano, la guardia costera había interceptado otra embarcación con 92 hombres y niños a bordo después de que encallara en la costa de la península del Peloponeso. Posteriormente, se detuvo a tres presuntos traficantes que huyeron del barco a pie.

La ONU estima que unas 2.500 personas han muerto o desaparecido en el mar en su intento de llegar a Europa desde enero hasta noviembre de este año.

Cerca de un millón de personas, principalmente refugiados sirios, llegaron a la Unión Europea en 2015 tras cruzar a las islas griegas cerca de Turquía. 

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