"Ya ya escribí mi testamento", le cuenta una estudiante a la reportera de DW este lunes 18 de noviembre en Hong Kong. Ella quiere seguir resistiendo pacíficamente, a pesar de la masiva represión policial, por parte de la Policía. "Me dolió mucho cuando la Policía me apuntó con un chorro de agua, a pesar de estar desarmada. Mi voluntad no puede ser destruida por la Policía", apunta la joven, que no quiere ser nombrada. Otro estudiante también fue golpeado por la corriente de agua coloreada de azul. "Tuvimos que retirarnos, pero otros compañeros no pudieron apoyarnos. Nos disculpamos por no haber podido resistir la ofensiva policial”, le reitera a DW.

Los partidos prodemocráticos en Hong Kong están preocupados por la escalada de violencia. La semana pasada, la diputada demócrata, Claudia Mo Man-ching, dijo en entrevista con DW que "aparentemente, muchos jóvenes en Hong Kong están listos para sacrificar sus vidas por el derecho al sufragio universal y las demandas políticas, por lo que consideran la protesta como la ‘batalla final'".

Advertencias veladas desde Beijing

El campus de la Universidad Politécnica está ubicado frente Hung Hom, la intersección central del tráfico ferroviario. En la estación Hong Hom, territorio de Hong Kong, los policías chinos llevan a cabo controles fronterizos desde hace un año y medio, otra señal de la creciente influencia directa de China en los asuntos de Hong Kong.

La "ayuda voluntaria" de los soldados del Ejército de Liberación del Pueblo Chino estacionados en Hong Kong, que limpiaron las barricadas de los cuarteles el sábado con ropa de civil, se interpreta como un mensaje de advertencia de Beijing.

¿Solución política posible?

Los estudiantes, que se han atrincherado en el campus de la Universidad Politécnica, recuerdan la masacre en la Plaza Tiananmen de Beijing en 1989. "Debemos hacer todo lo posible para evitar aquí la repetición de la tragedia del 4 de junio", dice Owan Li, portavoz de la Unión de Estudiantes de la Universidad Politécnica, a DW y confiesa que "el pánico es total", advierte.

Li está a favor de una solución política. Él se postula para uno de los 18 consejos distritales como candidato independiente del espectro democrático. Los consejos de distrito solo tienen funciones de  asesores de los asuntos locales de Hong Kong. Las elecciones están programadas para este domingo 24 de noviembre, pero podrían posponerse debido a la actual confrontación. "El Partido Comunista, el Gobierno y la Policía de Hong Kong coinciden en que deben asumir una línea dura contra los violentos", dijo a DW Kong Tsung-gan, un autor disidente disidente de Hong Kong. Él mismo lo presenció en el campus la noche del lunes: "Lo que hizo la Policía fue seguir la orden del Gobierno de actuar con extrema rigidez”, agrega.

Pedido de la Policía: "Que se entreguen"

Cheuk Hau-yip, jefe del comando antimotines de Kowloon, hizo un llamamiento a los ocupantes del campus. El agente, luchando con las lágrimas, se dirigió a la prensa: "Díganles a los manifestantes que se entreguen a la Policía, y se sometan a la Ley que ellos mismos exigen”. Aunque dijo seguír aferrándose al principio de "violencia mínima”, todas las opciones debían mantenerse abiertas. Y sentenció: "La Policía puede usar, y si es necesario, usará armas mortales”. Hasta ahora, un oficial de policía fue alcanzado por una flecha en una pierna, pero también una flecha puede ser mortal.

En las últimas horas, la Corte Suprema de Hong Kong revocó la prohibición de protestar encapuchado. Dicha restricción "va más allá de lo necesario", dijeron los jueces. Así, los manifestantes en Hong Kong pueden seguir usando máscaras.

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