Adnan Muhammed Korkut pasó cuatro días en un pequeño espacio bajo una montaña de escombros en la ciudad turca de Gaziantep: Tras ser rescatado contó que tuvo que tomar su propia orina para sobrevivir.

Actualmente se han reportado más de 25 mil fallecidos tras el devastador terremoto que se vivió en Turquía y en parte de Siria el pasado lunes 6 de febrero. Además, se estima que aún hay muchas personas que siguen desaparecidas, atrapadas y fallecidas entremedio de los escombros de los edificios colapsados.

Los ciudadanos y personal especializado siguen con intensas labores de rescate para tratar de ayudar a la mayor cantidad de víctimas. Uno de ellos fue el adolescente de 17 años, quien estuvo atrapado entre ruinas por cerca de 100 horas.

“Gracias a Dios que llegaron”, mencionó Muhammed al ver a los rescatistas. Sin embargo, su mayor emoción llegó cuando pudo ver a su madre mientras lo sacaban en una camilla del lugar.

“Fui al baño y me bebí mi propia orina para sobrevivir. Pude sobrevivir de esa manera, gracias a Dios”, señaló el adolescente.

Una de las socorristas manifestó su felicidad con el rescate, por un sensible motivo. “Tengo un hijo como tú”, le dijo a Adnan, luego de darle un fuerte abrazo. “Te juro que llevo cuatro días sin dormir. Estaba intentando sacarte”, agregó la mujer.

Cirque du soleil tras bambalinas
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