La madrugada del jueves 28 de agosto, se vivió una inédita escena cuando un hombre, armado con un rifle, entró hasta un bar de Misuri, en Estados Unidos, para realizar un asalto. El sujeto amedrentó a los presentes, que se tiraron al suelo para resguardarse, salvo a uno, que continuó mirando su celular tranquilamente. 

El asaltante puso el cañón del rifle en las costillas del hombre para exigirle que le entregara el teléfono móvil, cosa que no sucedió, ya que se negó a entregarlo. El asaltante continua tratando de decidir qué cosa robar. 

Según informaron medios locales, el tranquilo cliente del bar se llama Tony Tovar, quien, lejos de intimidarse con el asaltante, sacó un cigarrillo y lo encendió, mientras el delincuente comienza a robar a las demás personas. 

"Estoy cansado de que la gente piense que puede controlar a las personas con armas de fuego o actitudes así (...) No estaba realmente preocupado. Tenía el presentimiento de que [el ladrón] no quería dañar a nadie, solo quería dinero para drogas", comentó Tovar.

La información oficial señala que el ladrón huyó y logró sustraer alrededor de 300 dólares pero posteriormente fue capturado. 

 

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