La crisis sanitaria causada por la pandemia del COVID-19 también ha provocado repercusiones en otras prestaciones de la salud, tal como las consideradas dentro del plan AUGE que por ley deben ser atendidas en un plazo máximo determinado.

Cabe destacar que el Ministerio de Salud había emitido un decreto que permitía que los recintos de salud dejaran de cumplir con estas garantías. Sin embargo, luego de tres semanas, esta orden fue retirada.

De acuerdo con el reciente informe oficial, en un periodo de tres meses se ha podido observar un aumento notorio de la lista espera, la cual casi se triplicó. En diciembre las prestaciones atrasadas llegaban a 7.944, pero a fines de marzo esta cifra llegó a 19.653, el número más alto en al menos nueve años.

Según el ministro de Salud Jaime Mañalich, esta alza se debe tanto al estallido social como a la pandemia. En el caso del escenario actual por el coronavirus, el secretario de Estado indicó que la gente “sigue cancelando consultas de control de embarazo, de diabetes, de hipertensión. La asistencia a las consultas y cirugías es muy baja”, explicó a El Mercurio.

“El estallido social y la pandemia van a producir que, probablemente, tengamos la lista de espera AUGE y no AUGE más alta de mucho tiempo”, agregó Mañalich.

Los pacientes que lideran esta lista de retrasos corresponden a vicios de refracción (2.969) y cataratas (2.570), seguidos por aquellas mujeres con prestaciones atrasadas para tratar cáncer cervicouterino (1.250). El cuarto lugar lo ocupan 928 pacientes con retrasos en el tratamiento del cáncer colorrectal, 846 por cáncer de mama y 701 por cáncer gástrico.

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