En prisión preventiva quedó el abogado Ricardo González Latorre, acusado de haber envenenado a su ex pareja, causándole la muerte en base a la ingesta de alcohol metílico, con la finalidad de cobrar tres seguros de vida por 110 millones de pesos, en Quilpué, región de Valparaíso.

La investigación se inició en julio de 2018, tras una denuncia del médico que trató a la víctima en el Hospital de Quilpué. La mujer había ingresado el 30 de junio de 2018 al centro hospitalario en estado grave y casi ciega. Su estado empeoró con el paso de los días, falleciendo finalmente el 7 de julio.

Tres años después, el fiscal Hernán Silva, de la Fiscalía Local de Quilpué, acusó a González Latorre de envenenar a su ex pareja con dicha sustancia para cobrar el seguro de vida.

De acuerdo a las investigaciones, el imputado era el único beneficiario de la póliza.

El inspector a cargo de las diligencias, Eduardo Gómez, de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) de la PDI, relató que el abogado fue el último que vio a la mujer con vida, ya que la noche anterior a que ella se digiera al hospital, estuvieron compartiendo en el auto de él y bebieron whisky.

Ella le mandó audios por WhatsApp al imputado, recriminándole que su resaca no era normal y que apenas podía ver la pantalla del teléfono y el televisor”, comentó a LUN el inspector.

El sujeto fue detenido el pasado 1 de mayo en Concón, y fue formalizado por homicidio calificado. A pesar de la petición de la fiscalía, González no quedó en prisión preventiva, por lo que el ente persecutor acudió al tribunal de alzada y apeló, revocando la decisión.

La Corte fijó un plazo de investigación de 100 días, y el abogado arriesga una pena de 15 años de prisión, hasta el presidio perpetuo calificado.

Más casos

El Fiscal del caso, Hernán Silva, detalló que esta no sería la primera vez que el imputado comete crímenes de similares características.

El primer hecho ocurrió en 1997, en Los Andes. El sujeto fue condenado por el delito de homicidio calificado, en un caso donde la víctima tenía un seguro de vida del cual era beneficiario. Sin embargo no pudo hacerse con el dinero porque no se habían cancelado las últimas primas de esa póliza.

El segundo caso se registró en 2004, en Valparaíso. En esa instancia, el imputado fue investigado como el posible autor del crimen de una mujer que también tenía seguro de vida, sin embargo, no se logró acreditar su participación.

Finalmente, en 2012, en Villa Alemana, se concretó un homicidio donde la víctima también tenía un seguro de vida en que personas cercanas al imputado eran beneficiarias.

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