"Estamos Contigo" se llama un proyecto del Arzobispado de Santiago a través de su Delegación para la Pastoral Familiar, que quiere manifestar la cercanía de la Iglesia de Santiago "con los quienes están viviendo momentos de desesperanza, soledad y tristeza, escuchándolos y acompañándolos desde la mirada de fe".

Durante la bendición del programa, monseñor Celestino Aós aseguró que "con este nuevo empeño digital, queremos ayudar a llevar la cruz de los demás. Queremos ser solidarios con la angustia que tantos están sufriendo. Sufrir es soledad, es el desvalimiento de no tener a nadie cuando más lo necesitamos. A través de este servicio de voluntarios, la Iglesia sale al encuentro de los que sufren en estas condiciones que estamos viviendo".

José Manuel Borgoño, Delegado para la Pastoral Familiar agregó que: "El objeto de esta iniciativa es responder a lo que nosotros entendemos como una gran necesidad durante esta contingencia tan complicada y tan inédita como ha sido esta epidemia del COVID-19. Queremos ser un lugar para apoyar a aquellos que se sienten solos, que se sienten desamparados, que necesitan de alguien".

La cuarentena preventiva y el aislamiento social han llevado a que muchas personas vivan este proceso solos en sus hogares o muchas veces hacinados, lo que les hace experimentar mayor incertidumbre.

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El Vicario General y Obispo Auxiliar de Santiago, Cristian Roncagliolo, explicó: "Queremos que la Iglesia de Santiago vaya al encuentro de los que sufren, esté cerca, los acoja telefónicamente o por otro medio virtual y les puede dar, desde el Evangelio, el aliento necesario para animarlos en el camino en este tiempo de pandemia. Este proyecto está al servicio de todos; también de quienes no son cristianos. La Iglesia quiere acompañar a quien lo necesite".

Para acceder a una consulta a distancia, los interesados pueden llamar 24/7 al número +569 20714878 donde podrán dejar su consulta para ser derivados, previa evaluación, a un acompañante espiritual o a un psicólogo, según corresponda. 

Con la hora agendada, la consulta podrá efectuarse en las modalidades de llamado telefónico, vía Whatsapp o a través de video-llamada. Nunca se pedirá dinero y nunca se harán presentes en los domicilios, aunque, cuando termine esta situación excepcional, se abrirá la posibilidad de continuar la atención presencialmente en el Centro de Atención Familiar (CAF). 

La consulta no tiene costo, funciona con un staff de 15 voluntarios profesionales y su principal objetivo es "llevar a las familias un mensaje de fe desde el Evangelio".

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