El histórico barrio Matta, ubicado en pleno corazón de Santiago, atraviesa uno de sus momentos más complejos con la grave crisis de seguridad que afecta al país. Lo que por décadas fue un sector patrimonial lleno de vida y comercio, hoy se ve marcado por el temor a la delincuencia.
Y entre los múltiples hechos delictuales que afectan a los vecinos, hay un modo de operar entre los delincuentes que llama especialmente la atención: ladrones que se disfrazan de estudiantes para robar.
Varios vecinos aseguran que sujetos vestidos con uniforme escolar han protagonizado asaltos a plena luz del día, principalmente contra escolares. Es el caso del hijo de Dixson Gómez, quien fue atacado por ocho sujetos que simulaban ser alumnos: “Cuatro venían por un lado de la vereda y los otros cuatro por el otro. Lo asaltaron justo en la esquina”, relató el vecino.
Otro caso similar ocurrió apenas un día antes. Una madre denunció que su hijo fue interceptado por un grupo con las mismas características: “Justo acá lo interceptaron cuatro chicos. Uno andaba en bicicleta, vigilando desde la otra cuadra, y los otros tres estaban por detrás”, contó la mujer.
La crisis de seguridad que afecta al histórico barrio Matta
Estos hechos no son aislados. De acuerdo con cifras de Carabineros, solo en lo que va del año se han registrado 340 denuncias por robos con intimidación en los cuadrantes que abarcan el barrio Matta, un aumento de más del 17% respecto a 2024. A esto se suman más de 400 casos de robo de objetos desde vehículos, otro delito que tiene a los residentes instalando protecciones caseras en sus autos para evitar la pérdida de espejos y ruedas.
El barrio, además, enfrenta problemas como consumo de drogas en plena vía pública, comercio ilegal, balaceras y disputas ligadas al narcotráfico. En febrero, una de las situaciones más graves fue una balacera entre bandas rivales que dejó más de 20 casquillos en plena calle, aunque la víctima logró sobrevivir.
Los vecinos relatan que la situación cada vez empeora en el histórico barrio, "antes los niños jugaban en la calle. Hoy están todos encerrados. Esta cuestión se puso muy pesada”, lamentó.
Desde la municipalidad aseguran que se han reforzado los patrullajes en el sector, pero reconocen que aún hay mucho por hacer.