Un masivo despliegue de seguridad se registró este sábado en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez de Santiago, región Metropolitana, tras un falso aviso de bomba protagonizado por un ciudadano extranjero, lo que obligó a activar los protocolos de emergencia y evacuar preventivamente una aeronave.

De acuerdo con la información proporcionada por el comisario Amador Morales, del Departamento de Inspección Secundaria Aeropuerto (DEINSA) de la PDI, todo se inició cuando la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) reportó que, durante una conversación, un pasajero habría manifestado portar un objeto que podría explotar.

“La DGAC nos informó que un ciudadano extranjero habría señalado mantener entre sus pertenencias un elemento que pudiese explotar en el interior de la aeronave”, detalló Morales.

Tras esta alerta, efectivos de la PDI acudieron al lugar para detener al individuo, en cumplimiento de la Ley de Aeronáutica Civil, norma que regula estrictamente este tipo de situaciones en el transporte aéreo.

Protocolo de seguridad y evacuación de la aeronave

Como medida preventiva, las autoridades ordenaron la evacuación de la aeronave en la que se encontraba el pasajero implicado. Se trató de un procedimiento estándar en este tipo de casos, destinado a garantizar la seguridad de los pasajeros, tripulantes y del propio personal aeroportuario.

Posteriormente, tras una revisión completa del avión y las pertenencias del imputado, la policía descartó la presencia de cualquier artefacto explosivo real.

Finalizada la inspección, la aeronave fue autorizada a reanudar su operación y continuar con el vuelo hacia su destino.

El ciudadano extranjero fue detenido en el mismo aeropuerto y se informó inmediatamente al Ministerio Público, por lo que desde Fiscalía se instruyó que el individuo pase a control de detención este domingo 27 de abril en el bloque de la mañana.

Todo lo anterior, para ser formalizado por infringir las disposiciones de la Ley de Aeronáutica Civil.

Por su parte, la PDI indicó que las diligencias continúan en curso para aclarar completamente los hechos y determinar las eventuales responsabilidades del imputado.

En tanto, desde la Capitanía de Puerto del terminal aéreo recordaron que cualquier amenaza, incluso verbal, relativa a elementos explosivos en instalaciones aeronáuticas constituye un delito grave, y que los protocolos de respuesta se activan de forma inmediata para proteger la seguridad pública.

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