Los documentos de la Fiscalía y peritajes del Ministerio Público revelan nuevos detalles sobre el triple homicidio ocurrido el 18 de octubre en La Reina, en el que murieron Eduardo Cruz Coke y sus hijos Federico y Eduardo, gemelos de 17 años.
Entre las pruebas que sostienen la imputación contra Jorge Ugalde Parraguez, principal sospechoso del crimen además de cuñado y tío de las víctimas, destacan las conclusiones de los peritajes: ausencia de signos de riñas y defensa, además de “presencia de asfixia marcada”, en los adolescentes; y “múltiples heridas cortopunzantes en la zona del cuello” de la víctima adulta.
Mediante cámaras de seguridad y declaraciones de testigos, la Fiscalía también detectó posibles contradicciones en la versión inicial de Ugalde, quien llamó ese día al 133 de Carabineros para informar sobre los cuerpos hallados.
La máscara que habría usado Jorge Ugalde en crimen de sus cuñado y sobrinos en La Reina
Entre los antecedentes que manejan los investigadores, figura un documento en el que se detalla que cerca del cuerpo del padre de familia se encontró un arma de plástico, adquirida por Ugalde esa misma mañana en un mall chino.
Además, el imputado habría comprado ese día "una máscara de un mono, la que fue encontrada con rasgos de sangre al interior del dormitorio el imputado. Al análisis de la sangre se pudo establecer que es sangre humana”, un elemento clave para los peritos.
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La investigación también reconstruyó los movimientos del sospechoso: tras salir a correr con su perro, habría manejado unas cuadras desde su domicilio, estacionándose cerca del canal San Carlos, donde presuntamente arrojó una bolsa que podría contener el “arma homicida” y la ropa que vestía durante los hechos.
Las principales inconsistencias en el relato de Jorge Ugalde que lo llevaron a ser sospechoso de triple homicidio en La Reina
No obstante, existen dos inconsistencias importantes en la versión de Ugalde.
La primera es que afirmó que al llegar al domicilio no vio los cuerpos, lo que quedó desmentido por cámaras GoPro de Carabineros, que mostraron que sí eran visibles desde el recorrido que él dijo haber hecho.
Segundo es que llamó a Carabineros 30 minutos después de ingresar a la casa, y no de inmediato como señaló inicialmente. Ese lapso sigue siendo motivo de investigación.
Los peritajes también revelaron que Ugalde presentaba lesiones recientes, que podrían derivar de un intento de defensa de alguna de las víctimas. En tanto, los menores dieron positivo a “drogas de sumisión, particularmente zoplicona para Eduardo”, mientras que Federico presentó sustancias como zoplicona, fluoxetina y norfluoxetina, que habrían limitado su capacidad de defensa frente al ataque.
En cuanto al posible móvil del crimen, la Fiscalía apunta a un conflicto hereditario, relacionado con bienes familiares administrados por los padres de Eduardo Cruz Coke y su hermana Trinidad, casada con Ugalde. Tras la muerte de los progenitores, los derechos sobre los bienes habrían pasado al imputado y su familia, dejando en evidencia un conflicto de intereses que podría explicar la tragedia.