La Fiscalía Occidente de la Región Metropolitana informó la mañana de este martes los resultados de un masivo operativo realizado en siete regiones del país —Metropolitana, Maule, Bío Bío, La Araucanía, Ñuble, Los Ríos y O’Higgins— para desbaratar una red de corrupción que operaba en nueve centros penitenciarios, entre los que están las cárceles de Santiago 1 y San Joaquín.

Este procedimiento, llamado 'Operación Apocalipsis', dejó un saldo de 66 detenidos, de los que 44 corresponden a funcionarios de Gendarmería.

De acuerdo a lo señalado por el fiscal regional Occidente, Marcos Pastén, de los gendarmes detenidos 40 contaban con orden de detención vigente y otros cuatro fueron sorprendidos cometiendo delitos flagrantes en Santiago 1.

Asimismo, precisó que se congelaron 183 cuentas bancarias, se incautaron nueve propiedades y 16 vehículos, además de $50 millones en efectivo aproximadamente. También se encontró infracciones a la Ley 20.000, a la Ley de drogas, a la Ley de control de armas y el ingreso de teléfonos celulares de forma irregular al recinto.

Según dijo el fiscal Pastén, todo se daba gracias a la colusión que existía entre funcionarios de Gendamería y particulares para hacer ingreso a los penales, de manera irregular, de distintos objetos e incluso, alimentos.

Uno de ellos era a través del sector encomiendas, donde personas apostadas afuera del establecimiento penitenciario denominados entre ellos mismos como 'manilleros' o 'manillas', permitían que personas civiles que, como "visitas" de los reos, se enrolaban para circular de manera irregular y totalmente ilegal con comiendas indebidas para el traspaso y comercialización de droga y teléfonos celulares.

Uno de estos "manilleros" se habría enrolado para visitar a al menos 200 reos del penal Santiago 1.

El fiscal nacional, Ángel Valencia, destacó que el masivo operativo se concretó luego que en marzo de 2023 se creara un foco penitenciario para investigar los fenómenos carcelarios.

“No sólo aquellos que eran consecuencia de la actividad delictual de los internos, sino que también aquellos de los cuales los propios internos son víctimas, cuando son cometidos por funcionarios públicos, por funcionarios de Gendarmería”, dijo.

Los detalles del arreglo entre gendarmes y reos dentro de la cárcel

Por su parte, en el matinal Tu Día, se habló del llamado "ecosistema delictivo", información que fue dada a conocer por Radio Bío Bío. En este contexto, la Fiscalía y PDI identificó tres modalidades operativas entre gendarmes y población penal.

El Delivery

Los internos encargaban directamente celulares, sustancias o productos prohibidos. El funcionario recibía pagos vía transferencia, depósitos a cuentas vista como Cuenta RUT del Banco Estado o efectivo. Se trataba de una relación comercial directa y estable.

La Feria

Funcionarios ingresaban productos por cuenta propia para ser vendidos dentro del recinto a precios abusivos. Este punto es importante, puesto que no son pocos los gendarmes que crearon sistemas para el ingreso, entre ellos carne para asados y bebidas alcohólicas.

Según Radio Bío Bío, las tarifas registradas en la investigación son: 
– Teléfono celular: $350.000 – $400.000
– Cargador: $50.000
– Chip: $15.000

El Rescate

La investigación también dejó en evidencia cómo algunos gendarmes, con órdenes de detención ahora, cometían delitos. Durante allanamientos, dichos funcionarios sustraían equipos incautados y los revendían, incluso a los mismos internos que acababan de perderlos.

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